La derrota de Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2020 parecía su tumba política, ya que, en ese momento con 73 años, acusaciones en contra por delitos federales y una derrota electoral, su resurgimiento se veía altamente improbable, pero cuatro años después se encuentra en la antesala de la Presidencia de los Estados Unidos de América de nueva cuenta y con amplias posibilidades de triunfo.
De hecho, será una elección atípica entre dos personas que ya fueron presidentes Biden y Trump, donde ambos de ser electos serían los presidentes de más edad, el primero con 81 años y el segundo con 78, por ende, se trata de dos personas de edad, sin ideas frescas compitiendo por ser el hombre más poderoso del mundo y aunque Trump es arcaico, lo cierto es que del lado demócrata no hay una opción de contraste que le haga frente.
En realidad, todas las encuestas que se han levantado hace unos días le dan de 1 a 9 puntos porcentuales de ventaja a Donald Trump sobre Joe Biden, con un promedio de 5 puntos por encima, pero además debemos recalcar que esa ventaja ha ido creciendo, sobre todo porque Donald Trump está arrasando en las primarias republicanas y hace unos días su único rival de peso, el Gobernador de Florida Ron DeSantis, abandonó la carrera dejando solo a Nikki Haley la ex Gobernadora de Carolina del Sur como única competidora, pero las proyecciones indican que Trump tiene un 78% de posibilidades de triunfo.
Estas son malas noticias para México, que tendrá que enfrentar de nueva cuenta a un Presidente con tintes racistas, que hace del cierre de la frontera una bandera y que además va buscar intervenir en la política mexicana, aunque también tuvo efectos positivos para la economía, ya que en su gestión por su guerra comercial con China, se detonó el nearshoring, es decir, la re locación de empresas de Asia en América, llegando a instalarse muchas empresas en México y en especial en Coahuila, por lo que al menos en materia económica podría ayudarnos.
@victorsanval