Los partidos y los candidatos han buscado por años la manera de saltarse las restricciones de promoción personal previo a un proceso electoral, ningún partido se salva de estas artimañas para burlar al sistema, pero algunos lo han hecho de formas creativas, por ejemplo, tapizar una ciudad con imágenes que aluden al apodo o a una característica del candidato que se busca promover, pero si llegar a ser evidentes, dejando en el aire una duda razonable, que impida a las autoridades electorales sancionar, por no tener plena certeza de que existen actos anticipados de campaña.
Sin embargo, los candidatos en los últimos años, en especial los de MORENA están siendo cada vez más descarados y menos cuidadosos con el proselitismo adelantado, y no me refiero sólo a dos de los aspirantes de dicho partido a la Gubernatura de Coahuila que llevan meses llenando las ciudades con espectaculares con sus imágenes, pagando millones de pesos a las redes sociales para que promocionen notas o encuestas que les son favorables o incluso entregando volantes o ayudas sociales.
Sino que también los aspirantes de MORENA a la Presidencia de la República en 2024 comenzaron a utilizar dichas prácticas, sin tener respeto alguno por las normas electorales.
Por ejemplo, el otro día circulando en una de las poblaciones de Viesca encontré una barda pintada en medio de la nada que decía Es Claudia, con letras rojo marrón que coincide con las tonalidades de MORENA, en clara alusión a Claudia Sheinbaum, pinta que también ya vi en otros municipios de Coahuila.
Cualquier autoridad electa al tomar protesta hace un juramento de cumplir las leyes, por ende, resulta absurdo que las mismas personas que aspiran llegar a ese punto, logren su cometido rompiendo sistemáticamente las reglas, o dicho de forma más simple ¿cómo podemos esperar que un candidato que hoy rompe las reglas, cuando sea gobernante vaya a respetarlas?
Por ende, lo lógico es que los ciudadanos lo castiguemos no votando por él o por ella, para evitar así sorpresas en el futuro.
@victorsanval
