Parte de clase política en los Estados Unidos, en especial los Republicanos, no parece querer entender que los efectos negativos de mantener vigente la libre venta de armas de asalto en dicho país, son mucho mayores que los efectos positivos. Basta con ver la cantidad de muertos que cada año tienen derivado de ataques de locos solitarios en escuelas, universidades o lugares públicos, que han costado cientos de vidas de personas inocentes.
Es cierto, estos ataques se perpetraban desde que existía la prohibición la venta de rifles de asalto, pero el investigador del CIDE Brian Phillips, apunta correctamente que a partir de que se derogó la libre venta de este tipo de armas, el promedio de muertes por evento se incrementó de manera considerable, es decir, la conducta persiste, pero al tener armas más letales, más personas mueren por este tipo de eventos.
Adicionalmente, el investigador de la Universidad de Boston Michael Siegel, demostró que aquellos estados que cuentan con leyes propias para la prohibición de armas de asalto, tienen un 63% menos de probabilidades de que en sus fronteras se presenten este tipo de ataques, respecto a los que no lo tienen.
Es decir, que si Estados Unidos, volviera a prohibir desde el ámbito federal la libre venta de armas automáticas de gran calibre, la cantidad de muertes disminuiría y por si fuera poco, eso también ayudaría a que disminuyera la violencia en nuestro país, porque las organizaciones criminales tendrían menos posibilidades de hacerse con armamento.
Es decir, que es una medida con beneficios bilaterales, que no sólo contribuye a resolver un problema propio de los Estados Unidos, sino que también contribuiría a atenuar la violencia generada por las organizaciones criminales en México.
Sin embargo, hay un gran escollo que no permite que esta medida se implemente, que es la propensión de muchos legisladores y del presidente Trump a no querer discutir la medida, porque argumentan va en contra de la segunda enmienda, que permite la posesión de armas para la defensa personal. Sin embargo, ese objetivo se puede lograr con armas de menor calibre y cuerpos de seguridad entrenados que puedan acudir en tu auxilio en caso de ataques en tu contra.
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