A Andrés Manuel López Obrador no le gustan los contrapesos, por ello, ha buscado diferentes formas de minar a los otros poderes y órganos autónomos como las Universidades, la Suprema Corte de Justicia, el INE, el Tribunal Electoral, el INAI, la CNDH, la Auditoría Superior de la Federación y el Banco de México.
En dicho contexto, cada que queda vacante un espacio en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, impulsa a personas cercanas a él, con la esperanza de controlar al Poder Judicial, sin embargo, algunas de las personas que promovió como Ana Margarita Ríos Farjat y Juan Luis González Alcántara Carrancá, que contaban con amplia carrera jurídica, entendieron su papel y han actuado con imparcialidad, sin embargo, ello ha provocado que cada vez las ternas propuestas sean menos personas de carrera judicial, para pasar a ser conformadas por simpatizantes de MORENA.
Es decir, para ya no correr riesgos, al Presidente ya no le interesó simular que proponía a personas con reconocida trayectoria, como intentó en sus primeras ternas, sino que en esta última ocasión se conformó por su Consejera Jurídica, María Estela Ríos, Lenia Batres, hermana del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México y Bertha Alcalde, hermana de la Secretaria de Gobierno, al no resultar electa por el senado ninguna, simplemente cambió a la primera por Eréndira Cruzvillegas, que es la titular de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Cultura Federal, pero esa nueva terna tampoco arrojó un voto de aprobación por el Senado, lo que activa la posibilidad de que el Presidente nombre entre las integrantes de dicha terna a la nueva Ministra y se decantó por Lenia Batres.
Lenia Batres ha sido militante de la izquierda toda la vida, del PRD y MORENA, es hermana de un operador de AMLO y además le debe su designación al Presidente, no al Senado, es claro que llega a la SCJN no como una Ministra imparcial, sino como una emisaria a modo del Presidente, que lo apoyará en lo que sea necesario.
@victorsanval
