En este punto ya nadie duda de que Genaro García Luna se vendió y estuvo al servicio del Cártel de Sinaloa, traicionó al país y sus acciones costaron miles de vidas, porque en lugar de detener al crimen organizado y la violencia, provocó más enfrentamientos y el crecimiento de dichas organizaciones.
Sin embargo, su negro legado no se limitó al Gobierno de Felipe Calderón, sino que subsiste a la fecha, ya que desencadenó oleadas de violencia que aún hoy cobran víctimas morales.
Para entender este argumento se pueden plantear algunos ejemplos, como los siguientes:
Al momento de su muerte, Ignacio Coronel era quizá el operador del Cártel de Sinaloa más rentable, pero precisamente por ello, se estaba convirtiendo en una amenaza para el liderazgo de Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín “El Chapo” Guzmán, de tal forma que proporcionaron información a Genaro García Luna y al ejército sobre Coronel, lo cual provocó su muerte en 2010, sin embargo ello propició la creación del Cártel Jalisco Nueva Generación, uno de lo más sanguinarios del país y principal responsable de la violencia en entidades como:
Jalisco, Colima, Nayarit, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Zacatecas, Quintana Roo, Aguascalientes y Veracruz.
O bien, la muerte de Arturo Beltrán Leyva, que era un enemigo declarado de Joaquín “El Chapo” Guzmán, que provocó la atomización del crimen organizado en entidades como Guerrero, Morelos, Estado de México y Ciudad de México, cuyos efectos aún son vigentes y dieron origen a organizaciones como Guerreros Unidos, los Rojos, Cártel Independiente de Acapulco, los Granados, los Ardillos, la Mano con Ojos, el Cártel de la Sierra y los Tequileros, sólo por mencionar algunos.
Por ende, a pesar de que lleva años fuera del sector público e incluso bajo arresto en los Estados Unidos, el que Genaro García Luna se pusiera al servicio del Cártel de Sinaloa, sigue provocando el derramamiento de sangre, por ende, los mexicanos vemos con atención su juicio, aunque ni la peor condena podrá compensar ni de forma mínima los efectos de sus pecados.
@victorsanval