El ruido mediático y repentino generado por Xóchitl Gálvez, tras levantar la mano en el Frente Amplio por México al abrir el proceso para sacar al rival de Morena hacia la Presidencia en el 2024, animó a los declarados antiobradoristas para encontrar alguien competitivo.
Dentro de la conversación, la aparición de la senadora quien realiza viajes con la dudosa procedencia de sus gastos, pues no solicitó licencia alguna y aprovecha el receso en la Cámara Alta para promocionarse, la confrontación directa con Andrés Manuel López Obrador y sus corcholatas se convierte en el pan de cada día.
Pero antes de siquiera tener las firmas (desde su lanzamiento la plataforma de recopilación no funciona), la hidalguense que en su trayecto electoral tiene marca de 1-1, al ganar la alcaldía Miguel Hidalgo en el CdMx, pero perder la gubernatura de su entidad, encara el reto interno: el recelo de varios aspirantes y grupos dentro del PAN y PRI cuyo deseo es aparecer en la boleta.
De entrada, en Acción Nacional no carga todas consigo. El mismo Santiago Creel y sus seguidores están incrédulos por ese “levantón” en las preferencias; aterrizado en Tamaulipas, los fieles a Francisco García Cabeza de Vaca tampoco están emocionados y eso divide aún más al partido, cuando contrarios al reynosense ven con agrado a la legisladora plurinominal.
Otro es el Revolucionario Institucional. Comparado con la capacidad de Beatriz Paredes, José Ángel Gurría y Enrique de la Madrid, Gálvez es muy inferior, sin la madurez de enfrentar los verdaderos problemas de fondo de la nación, entre ellos, la inseguridad.
Y en tanto se hace un exagerado uso de la inteligencia artificial, es una “bomba de tiempo” para la alianza. Rodearse de Marko Cortés y Alejandro Moreno, expertos en destruir campañas y candidaturas, una mala decisión nos hará ver su otra cara, aquella que en cualquier momento puede largarse y dejar botado todo el proyecto. De esos desencuentros, son conocidos y sobran.
Así, se entiende que la 4T la sube porque, en el fondo, es la más débil. Recordemos, la condición humana o carácter cuenta mucho en la política.
Xóchitl es un potencial ”chivo en cristalería”, algo que el país no necesita.