Entre los hilos políticos de Ciudad Madero, el gremio petrolero se resiste a ceder el sitio que sostiene con pinzas e intenta mostrar que el músculo, por muy flácido que se vea, aún tiene un poco de fuerza para influir en todos los sectores y toma de decisiones en el municipio sureño tamaulipeco.
Un caso es la denuncia que la actual administración local interpuso ante la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas contra tres exservidores públicos, el alcalde Mario Neri Castilla, el secretario del Ayuntamiento Sergio López de Nava y el tesorero Fernando Rivera de la Torre. Y para esto, han tenido que recurrir a su gran líder, el senador Carlos Romero Deschamps.
¿Qué es lo que está haciendo el dirigente de todo el sindicato petrolero en el país? Buscar y tratar de convencer por todos los medios posibles al presidente municipal Andrés Zorrilla Moreno de retirar los cargos sobre dichos personajes muy ligados precisamente al sector que representa, llevados por el entonces edil Esdras Romero Vega a los puestos antes señalados.
En pocas palabras, el legislador priista aboga por su gente ante el munícipe panista, y pese a que se habla de amenazas y de “fuertes consecuencias”, en todas las ocasiones que han tenido contacto, la respuesta de Zorrilla Moreno continúa firme: el proceso legal va, no hay marcha atrás. Un “no” contundente.
Lo anterior ha incomodado al senador y sus fieles, que no solo piden por todas las vías limpiar la imagen de Neri Castilla, López de Nava y Rivera de la Torre; incluso está la de Esdras de por medio. Todo esto tiene un objetivo: relanzarse en el 2018, mandando al actual diputado federal a buscar ser alcalde otra vez en la llamada urbe petrolera. Así es, por el PRI.
Para esto están presionando a “viejos amigos”, los del Partido Verde que por ahora consolidaron una agenda de trabajo con la autoridad azul y que vislumbra una potencial alianza para el próximo año. Otro punto que también tienen más que inquietos, y que es contrastante, pues en las últimas coaliciones, la gente que moralmente encabeza Jesús González Macías de muy poco les sirvió.
Así las cosas, los petroleros se aferran y persisten en seguir en la política maderense. No se han dado cuenta de tantos problemas que enfrentan, sus activos en el gremio están divididos, se les acabó la fuerza económica y el liderazgo, cosechan los rencores que sembraron en el partido al cual se metieron y sobre todo, su credibilidad ante la sociedad está por los suelos.
