Llegamos a otro lunes donde la noticia en Tamaulipas es el retroceso a los avances de “la nueva realidad”, tras anunciar la Secretaría de Salud el cierre de giros no esenciales, debido a los altos contagios de covid-19 causados por la gente “ignorante, terca y valemadrista” que no entiende la magnitud de la pandemia, dicho por la población “paranoica, espantada y mocha”.
Mientras ambos sectores se debaten en este tema sin sentido, un reflejo real de la problemática actual y futura es el comercio. Muchos negocios prácticamente finalizarán operaciones cada vez que la autoridad agrega más protocolos para evitar un brote mayor en los llamados “grandes municipios”.
En este emergencia de salud y dentro de la economía, por un lado uno de los desarrollos comerciales más importantes encara problemas para sostener su variedad de productos. Caso contrario, una aerolínea de bajo costo enfrenta al toro por los cuernos. Con audacia y valentía, anuncia la reactivación de frecuencias de vuelo hacia Tampico.
Los rumores están muy fuertes sobre el regreso de todos los locales al interior de Altama City Center. Se mencionan los restaurantes Itallianni’s y el local Basílico no volverán, situación similar de marcas como Rockmanía, Calvin Klein, Guess y Coral. Otros, trascendió, no estarán listos para la reapertura, pues no hay dinero para emprender de nuevo la aventura y las condiciones para recibir clientes tampoco alienta.
Se agrega el pago de renta, donde supera los 50 mil pesos mensuales en el menor de los casos. La tendencia estaría en, mínimo, 10 marcas fuera de circulación.
Pero no todo es malo. Volaris tiene listo su retorno a la región, para ser precisos, al Aeropuerto Internacional para (apunten la fecha aeroviajeros) el viernes 2 de octubre. Sale a CdMx a las 8:44 y costará 804 pesos el pase de abordar. Recordemos dejó este destino en 2015 por baja demanda; sin embargo, ahora son circunstancias distintas.
No olvidemos que Uber y DiDi también le invertirán al estado; entre taxis privados y reparto de comidas, van a Matamoros, Nuevo Laredo y Reynosa.
Este es el panorama de los sectores económicos locales por venir. Para muchos es una desventaja; para otros, un área de oportunidad.