En nuestra anterior colaboración sobre Efraím Hernández Xolocotzi, etnobotánico con prestigio nacional e internacional, el subsecretario de agricultura del estado de Veracruz, Víctor Chagra Guerrero, en amable entrevista, nos recordó algunas facetas del emérito investigador, entregándonos también una breve ficha biográfica sobre él.
“Nació en San Bernabé Amaxac de Guerrero, Tlaxcala en 1913(…)Se graduó en la escuela Stuyvesant High en Nueva York en 1932. Pasó dos años en el Colegio Estatal de Agricultura Aplicada en Farmingdale, Long Island en Nueva York y estudió cuatro años completos en la Universidad de Cornell. Armado con su educación norteamericana y un poco más, regresó a México(…)donde encontró trabajo en el Banco Nacional de Crédito Ejidal en Villahermosa, Tabasco”.
“Durante la Segunda Guerra Mundial fue asesor Técnico para la Administración Económica Extranjera de la Embajada Americana, donde trabajó para aumentar la producción de semillas oleaginosas de México. En esta época, comenzó su recolecta de razas nativas de maíz para la fundación Rockefeller, después de lo cual recibió una beca de la misma fundación que le permitió estudiar en la Universidad de Harvard entre 1947 y 1949”.
“Regresó entonces a México como jefe del departamento de Botánica de la Escuela de Agricultura en Monterrey (1950-1952). Entre 1953 y 1988 trabajó para la Escuela Nacional de Agricultura en Chapingo (UACH) y para su progenie institucional, la Universidad Autónoma de Chapingo y el Colegio de Posgraduados en Montecillos, a cinco Kilómetros de Chapingo. Ambas son las principales escuelas de agricultura en Latinoamérica” (Garrison, W.H. Universityof Massachusetts, Boston, agosto 1993).
Continuamos con la entrevista de Chagra Guerrero: “Este tipo de viajes de estudio con alumnos de licenciatura, maestría o doctorado, fue una constante del maestro Efraím Hernández Xolocotyzi. Hay que resaltar la calidad profesional , la sencillez y disciplina con las que trataba a sus alumnos. Lograba desde el inicio la participación de los estudiantes a quienes les exigía claridad en la identificación de los objetivos. En los recorridos era obligación: La Observación”.
“Si parábamos en un pueblo, la visita al mercado era obligatoria y esta no era sólo para desayunar o comer.También lo era para observar los principales alimentos que consumían en la comunidad, ver si eran de producción local o adquiridas en otras regiones. Se podría destacar que este tipo de trabajo académico que se practicaba con el Maestro,incidió también en la formación de los nuevo cuadros de profesionistas desde los años 60- 70 del siglo pasado, quiénes sin duda egresaron-en su gran mayoría-con una orientación técnica-social que les ha permitido luchar, desde varios ángulos, contra el modelo neoliberal y dependiente”.
“Finalmente, debo resaltar el papel del maestro Xolocotzin en el movimiento estudiantil del 68 identificándose plenamente con la lucha estudiantil. Sin duda, ese compromiso obligó al gobierno de aquellos años, ha enviarlo fuera del país. El Maestro aprovechó para hacer colectas de variedades de maíces criollos en diversos países de América y a su regreso a México, sus conocimientos ampliados los socializó a nivel nacional, en las universidades, entre otras muchas mas acciones”.
“Esta labor ardua, en especial con la defensa que en la práctica dio a los maíces criollos desembocó en que el Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos decretara y expidiera la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz.