Política

Juan Cordero. A los doscientos años de su natalicio (II)

  • De neblinas y Don Goyo
  • Juan Cordero. A los doscientos años de su natalicio (II)
  • Víctor Bacre Parra

“Del iniciador del muralismo en México -a decir de David Alfaro Siqueiros y de Diego Rivera- y para mí, el mejor pintor del siglo XIX…” fue como concluí mi anterior colaboración presentada a ustedes, amables lectores de Notivox Puebla, el miércoles pasado.

Hoy debo y deseo argumentar tal aseveración con fuentes y datos que así lo demuestren y corroboren.

Empezaremos por decir que Juan Cordero fue el primer pintor mexicano que marchó a Europa para seguirse preparando y a estudiar en una ciudad como Roma que, junto con Florencia, Siena, Milán y Venecia, fueron de los lugares en los que floreció el Renacimiento italiano.

Cuna de los máximos artistas en las bellas artes como el gran y mayor genio universal Leonardo Da Vinci y los otros genios Miguel Ángel Buonarroti, Rafaello Sanzio y el mismo Giotto, movimiento que trastocó el mundo occidental y sentó las bases del humanismo y visión también homocéntrica, para beneplácito y enhorabuena de la época contemporánea que trajo mejoras y nuevas expresiones culturales y sociales para enriquecer y hacer un planeta, igualmente, más cordial, placentero, humano, justo y democrático.

Así, la formación del temperamento, carácter, carisma y talento de Cordero, en mucho, tuvo que ver con la herencia y convivencia con sus padres, Tomás Cordero y María Dolores Hoyos, quienes por el amor y apoyo a su hijo, no vacilaron en dejar el terruño, Teziutlán, no sin antes empaparse y bendecirse con La Parrason (Niebla, chipichipi y neblina) y vender todos sus muebles, incluyendo el piano al que tanto apreciaban.

Con más fuerza y energía, la familia Cordero Hoyos y amigos tocaron puertas y contactos para que Juan marchara a Roma después de haber ingresado a la Academia de San Carlos, donde tuvo el apoyo decidido y las enseñanzas del profesor Miguel Mata, quien mucho lo animó y lo guió para que se fuera a seguir preparando a Europa.

Por fin, a los 20 años, en 1844, embarcó para Roma donde al principio pasó y tuvo bastantes penurias, pero también mucha suerte ya que se encontró y se relacionó con el ex presidente de México, general Anastasio Bustamante, quien motivado por el genio y por la dedicación de Cordero a sus estudios, logró que la delegación mexicana lo contratara como agregado y, gracias a este trabajo, pudo inscribirse en la Academia de San Lucas con el maestro Natal de Carta y con ello, continuar con más ahínco en su preparación.

Encontramos en la revista Saber Ver que “en agosto de 1846, Cordero obtuvo el primer premio en el concurso de pintura de figuras que se celebraba cada año en San Lucas y en el que participaban todos los alumnos y maestros de la Academia (...) Ese mismo año envió a México varias de sus pinturas para que su familia y su maestro Mata constatasen los progresos que estaba alcanzando (...) El padre de Cordero, entusiasmado, solicitó a la Junta de Gobierno de la Academia de San Carlos una de las pensiones que ésta otorgaba para los más destacados estudiantes de arte. Por votación unánime, la beca le fue concedida que garantizaba seis años de aprendizaje y estudio en Roma (...) De Carta, su maestro, escribía a México notificando los triunfos de su discípulo en Roma, Florencia y otras ciudades más”. (Continuará…) 

Víctor Bacre Parra
Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.