Por su cercanía a las ciudades de Monterrey, Saltillo y Torreón, la ciudad de Parras de la Fuente se ha convertido en un excelente lugar de descanso y recreación.
Esta ciudad, desde el 2004, fue incluida en el programa de pueblos mágicos y desde entonces su fama ha crecido sobre todo por su gran tradición vitivinícola.
Actualmente Parras se promociona como la “ruta del vino” y durante todo el año se realizan diferentes festividades gastronómicas y celebraciones patronales, así como actividades culturales, artísticas y deportivas.
Parras es conocida como el “oasis de Coahuila” por la gran cantidad de agua que le ha permitido vivir rodeado de grandes arboledas, manantiales y hermosos paisajes, pero ahora se ve afectado por la posible extracción de este líquido para atender las necesidades del proyecto Ciudad Derramadero que promueve el gobierno estatal para el desarrollo de parques industriales. No obstante, el alcalde Ramiro Pérez Arciniega ha declarado (Milenio, abril 8, 2019) que no se han tomado en cuenta a las autoridades de Parras ni tampoco existe el aval de un hidrogeólogo por parte de la ciudad para que autorice esta decisión que pudiera poner en riesgo la estabilidad económica de la ciudad.
Por otro lado, con la consigna de “El agua de Parras no se vende, el agua de Parras se defiende”, sus habitantes han realizado diferentes marchas de protesta que buscan poner de manifiesto su rechazo ante la posibilidad de extraer esta agua.
Además, se han creado comités en defensa del agua y foros de discusión en donde se han presentado investigaciones sobre las afectaciones que tendría la ciudad y los procesos legales que deben realizarse para defenderse.
Los campesinos buscan ampararse, pues estos campos cuentan con una fuerte producción tanto vinícola como nogalera.
Con la unión de los distintos sectores de la ciudad, los parrenses han logrado mantener su posición; sin embargo, el futuro es incierto. Esperemos que el oasis de Coahuila siga siéndolo por muchos años.
