El sobrevivir en un mundo que se extingue y que necesita individuos preparados académicamente y con oficios dominados, son objetivos claros del tener modos de vida más justos y salvar nuestra tierra para seguir siendo habitable, es el reto.
Nuestro tiempo y vida actual está muy asociada a la época del renacimiento del siglo XV, donde existió un esplendor técnico científico sin igual, destacando una nueva forma de crear y relacionarse con el arte, el pensamiento crítico y la ciencia como factor; elementos que hoy nuevamente estamos retomando en este nuevo renacer del pensamiento y acción del mundo -“Great reset”-, terminó creado como una iniciativa del Foro Económico Mundial para reconstruir la economía de manera sostenible, pero que podemos emplear en otras áreas como es la educación. Recordemos que hace más de cien años nació en Alemania una nueva pedagogía, por medio de experimentaciones académicas en la denominada Escuela de La Bauhaus, con el ideal de proyectar un mejor futuro, y esto desarrollado como un plan de estudio multidisciplinar. En la conmemoración del centenario del inicio de esta escuela, resurgió la idea en la Comisión Europea del retomar la nueva Bauhaus, con una ideología creativa, colaborativa, crítica, liberal, empática y común, para repensar nuestra forma de afrontar la vida. Sin duda una de las primeras instituciones que ha retomado estos conceptos pedagógicos es el MIT Media Lab del Instituto de Tecnología de Massachusetts, en donde sus estudiantes deben tener una responsabilidad y compromiso para afrontar una “remasterización”, es decir, crear un modelo de éxito contemporáneo y siendo ellos las mentes brillantes elegidas en un ambiente interdisciplinario lleno de retos y oportunidades.
Este modelo debe ser considerado por las necesidades que tiene el alumno hoy en día, los retos que afrontamos en nuestro planeta y por consiguiente las expectativas planteadas con los objetivos de desarrollo sostenible y la aplicación de la economía circular; consideraciones muy relevantes que marcan la calidad de vida de los próximos años y que los debe tratar la educación, considerando a fondo la ciencia y la tecnología. En la Universidad La Salle Pachuca en esta última década hemos establecido nuevas fórmulas del entendimiento de las ideas y aportes de los estudiantes, en el caso de la Escuela de Arquitectura, inculcamos la investigación científica multidisciplinaria que aporte, no solo en temas de diseño sino en áreas afines a ella, en rubros como: el diseño de biomateriales, neurociencia aplicada, vivienda y movilidad sustentable, la inteligencia artificial en los medios creativos, la economía circular en la construcción, entre otros, construyendo bases sólidas y aplicables, algunas de ellas ya partícipes de concursos de investigación formulando nuevos resultados para emprender. La educación en los próximos años se puede percibir como “no formal”, es decir, como lo indica la neurociencia cognitiva; de manera que iremos buscando el verdadero perfil académico y creativo de cada alumno para qué a través de una pedagogía experimental, se acrecienten las habilidades y aportes totalmente necesarios a nuestra realidad. Esto se podría lograr creando la “escuela laboratorio”, como lo hacen los grandes artistas, como el caso destacable del holandés Dan Roosegaard y Olafur Eliasson, quienes teorizan y experimentan temas como el arte, la tecnología y la ciencia.
Jaime Alberto Cruz Ramírez*
*Arquitecto y maestro en Arte Contemporáneo
Docente e investigador
Universidad La Salle Pachuca