Los “tanques pensantes”, think tank, fundaciones, centros de estudios, corporaciones privadas de investigación, o laboratorio de ideas, son conceptos de la década de los setentas, proviene de la jerga militar de la Segunda Guerra Mundial, tanque significaba un lugar seguro para discutir planes y estrategias. Esta es una institución o grupo de investigadores, instituciones no gubernamentales, financiados ampliamente por empresas transnacionales, donaciones privadas o internacionales, su misión es pensar y estudiar para hacer pronósticos, diagnósticos y proponer planes de acción sobre diversos asuntos.
Uno de los tanques pensantes más importantes de Estados Unidos es la Rand Corporation, cuyas bases están en un proyecto de investigación negociado por la Fuerza Aérea a la Douglas Air craft Corporation con financiamiento de la Fundación Ford. Existen aproximadamente 6500 en el mundo, su función es difundir ideas útiles a la investigación científica, tecnológica a través de su sistema en libros, revistas especializadas, que generan reflexiones sobre asuntos y estrategias sobre política; de política social, económica, militar, tecnológica e innovación.
Las temáticas de análisis de estos son de alto impacto social como: la educación, vivienda, salud, delincuencia, pensiones, economía: impuestos, inversión externa directa o indirecta, energía, privatizaciones del sector público, libre mercado sin barreras, sin intervenciones del Estado; defensa de los derechos humanos; política exterior belicosa y resguardo de la hegemonía de la democracia. Pueden hacer uso de resultados de la investigación, estrategias para su actuación en sus propios ámbitos, ante la opinión pública, grupos de presión o lobbies.
Los think tanks entre otras funciones fortalecen espacios de diálogo, debate, desarrollan y capacitan a futuros tomadores de decisiones y cuadros políticos, para legitimar políticas públicas de los regímenes de turno o tendencias de oposición, brindar un rol de auditor de los actores públicos: partidos políticos, ciudadanos, sociedad civil, gobierno y orientan sus fondos financieros con la aprobación de recomendaciones de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La mayoría de los Think tanks en México se encuentran concentrados en la Ciudad de México: el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI); el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) Quizá el más prestigio, que realiza critica académica de las políticas económicas en curso; el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, A.C. (CEESP) elabora análisis e investigaciones de la coyuntura política y económica contribuye a la definición de la política económica y de las políticas públicas que aseguran un entorno económico y social, competitivo y equitativo en el país; el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP); el Consejo Mexicano para el Desarrollo Económico y Social (COMDES), el Centro Nacional para el Desarrollo Económico (CNDE), Transparencia Mexicana; el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) es una institución independiente, apartidista y sin fines de lucro, dedicada a elaborar propuestas viables para mejorar la capacidad de México para atraer y retener talento e inversiones, se enfoca al análisis y propuestas de política pública con el fin de promover un debate en torno al objetivo de crecimiento económico del país.
Lejos de la reflexión teórica legitima de las universidades que utilizan metodologías de las ciencias sociales con objetivos políticos y encuadrados en nociones conceptuales. Su mayor o menor grado de neutralidad está dado por este último elemento y no tanto por la eficiencia técnica de sus metodologías de análisis, que suelen ser las mismas que se utilizan en la academia, e incluso más sofisticadas, estos centros de investigación o tanques pensantes son utiles y vitales para el análisis de la vida nacional en materia social, politica y economica.
Dr. Fernando Soto Moreno
Economista y Doctor en Ciencias Sociales.