Cuando recibí la invitación para escribir en esta sección pensé en preparar una pieza divulgativa sobre medidas para atajar el problema del calentamiento global mediante el uso de fuentes renovables de energía. Entonces sucedió la invasión de Ucrania por parte de Rusia y me di cuenta que el tema original de esta pieza tendría que esperar.
Cabe aclarar que no es comparable el sufrimiento padecido por los ucranianos ante esta injusticia. En Europa, no sólo se sigue con preocupación el conflicto bélico, sino también se piensa en las consecuencias a corto plazo: carencia y aumento de precio de productos básicos y de la energía.
Esto debido a la dependencia energética de varios de los países. Europa necesita de fuentes de energía como cualquier otra región del mundo como la electricidad, el petróleo y el gas natural, por mencionar las más importantes.
Existen múltiples tecnologías para generar electricidad renovable muy bien conocidas y ampliamente utilizadas como la energía solar en forma de placas fotovoltaicas o la eólica.
Sustituir el petróleo, sus derivados y el gas natural no es una tarea sencilla. Y más si dependes de terceros países. Aquí es donde la ciencia terminará con dicha dependencia. Una de las primeras opciones se basa en producir suficiente electricidad renovable y “electrificar” aquellos procesos que sean susceptibles de adaptarse.
El ejemplo con el que estamos familiarizados son los automóviles eléctricos. Mientras éstos disminuyan su precio, serán más accesibles al consumidor. También ayuda que el coste de producir electricidad renovable sigue disminuyendo (IRENA).
Uno de los mayores retos de la electricidad renovable es que no sería suficiente para sustituir el consumo la electricidad proveniente de fuentes fósiles. Es por eso que es necesario mirar hacia otras fuentes de energía como la proveniente de reactores nucleares (IEA).
La energía nuclear permite diversificar las fuentes con las que dispone un país y generar electricidad con bajas emisiones de CO2, uno de los principales gases de efecto invernadero causantes del cambio climático.
Aumentar la disponibilidad no solo de electricidad renovable sino electricidad con bajas emisiones de CO2 ofrece un amplio abanico de oportunidades para aquellos procesos que no son susceptibles de electrificarse y que seguirán requiriendo el suministro de gas natural.
Una alternativa es utilizar este tipo de electricidad para generar hidrógeno gracias a la electrólisis del agua. Una vez generado el H2, éste podrá usarse para sustituir al gas natural en procesos no susceptibles de electrificarse o para producir gas natural renovable (RutaH2).
El H2 también se puede utilizar como materia prima de múltiples combustibles sintéticos. Además, estas nuevas rutas de producción de combustibles sintéticos promueven la captura de CO2, con lo cual evitamos su emisión a la atmósfera.
La ciencia y la tecnología bien empleadas ofrecen la posibilidad de disminuir la dependencia energética (lea esta columna completa en www.notivox.com.mx/hidalgo).
Alessandro A. Carmona*
*Integrante de la RGMX-Capítulo España