En esta segunda década del siglo XXI se siguen viviendo hechos sin precedentes en el mundo que, si de momento no hay implicaciones directas con México, son situaciones que deben tomarse con cautela. Tan sólo después de la pandemia, 85.5% de las empresas en el país -es decir, un millón 873 mil 564- , indicó haber tenido algún efecto negativo debido a esta crisis sanitaria, esto según el reporte de la tercera edición de la Encuesta sobre el Impacto Económico Generado por covid-19, Ecovid-IE (Inegi, 2021).
En los recientes meses, en el mundo han sucedido hechos –uno lamentable y el otro cuestionable– de los cuales será interesante conocer su desenlace, sobre todo para que el sector empresarial tome cartas en el asunto y desde ya, se trabaje en favor de buenos resultados: los incendios forestales que ocurren en Canadá y el plebiscito para detener la explotación de petróleo en la Amazonia.
Canadá. Fue en el mes de junio cuando inició la temporada de incendios forestales en el país del norte y la que se ha convertido en la peor temporada en la historia con 76 mil kilómetros de áreas quemadas, extensión que supera la suma de la superficie consumida por el fuego en años como 2016, 2019, 2020 y 2022, de acuerdo con el Centro Canadiense Interinstitucional de Incendios Forestales.
De hecho, las emisiones de carbono generadas por estos incendios también han alcanzado números récord: 160 millones de toneladas de carbono, afectando no sólo a la población, flora y fauna de la zona, sino también a nivel mundial.
Ecuador. En el mes de agosto, se efectuó un histórico plebiscito que sienta un precedente a nivel mundial, en el que, se ganó con el 58.97% del “sí” frente al 41.03% del “no”, a cesar la actividad del Bloque 43-ITT (grupo conformado por los yacimientos de Ishpingo, Tambococha y Tiputini).
No obstante, el gobierno del presidente Guillermo Lasso manifiesta que continuará operando con normalidad y dejará listos los planes de desmantelamiento de las instalaciones por si el siguiente gobernante decide parar la explotación.
Este corporativo es el más reciente y productivo de los cuatro que se encuentran en explotación dentro del Parque Nacional Yasuní, un área de un millón de hectáreas considerada el corazón de la Amazonía ecuatoriana y un epicentro mundial de biodiversidad, del que salen a diario unos 58 mil barriles de crudo, que equivalen a alrededor del 11% de la producción nacional de crudo de Ecuador, que ronda los 480 mil barriles por día.
Por lo anterior, el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de la ONU, se convierte para las empresas, en meta y reto a la vez para hacer de este planeta un lugar en el que se viva y trabaje en armonía con el entorno natural y social. Y para ello, nada como plantear desde su filosofía organizacional (misión, visión, objetivos), la dirección que como equipo humano debe ejercerse, en ideas y actos tanto al interior de la empresa como al exterior con sus respectivos públicos: proveedores, clientes, socios y sociedad en general.
De la misma manera, habrá que replantear procesos de producción con base en nuevas tecnologías (energía solar y eólica por ejemplo), trabajando de la mano con las universidades tecnológicas y politécnicas para implementarlas con éxito, buscando como fin último la sustentabilidad.
Norma Angélica Martín Peña*
*Doctora de la UTVM