Mientras Movimiento Ciudadano, encabezado por el gobernador y los diputados del PRI y PAN, orquestados por sus líderes, están distraídos con sus pugnas de poder, Morena está creciendo en NL. Basta con ver los resultados de la elección pasada, donde Claudia Sheinbaum ganó en el estado con el 45% de los votos, el Senado también en primer lugar y lograron siete diputaciones federales. Si le sumamos a que a los pocos días del cambio de Gobierno federal, la presidenta del partido, Luisa María Alcalde, visitó Monterrey, con el mensaje claro de que van por la gubernatura de Nuevo León en el 2027, definitivamente podemos ver lo que se avecina.
Hay que tomar en cuenta que nuestro estado se distingue por su alternancia a la hora de votar. Le hemos apostado al cambio y votado en las últimas tres gubernaturas por distintas opciones: independiente, MC y PRI. El nuevoleonés busca resultados y no está casado con un partido, como sucede en otros estados como Guanajuato o Coahuila con tradición partidista, donde el PAN y el PRI han logrado mantenerse.
No nos sorprendamos si en NL vemos a Morena como una opción para la gente. Sus líderes ya levantaron la mano y pueden adelantarse, como lo hicieron a nivel nacional con las corcholatas. Ya les funcionó una vez, mientras la oposición se ponía de acuerdo si ir en alianza o no. Andrés Mijes, Waldo Fernández y Clara Luz Flores ya mostraron interés públicamente para contender por la gubernatura en su reciente mitin partidista.
Tenemos que reconocer que en los últimos días ha habido un esfuerzo de parte del gobernador y los líderes de las distintas bancadas por limar las asperezas. Ya se reunieron para lograr un acuerdo con el Presupuesto 2025. Los demás temas álgidos los “dejaron” para noviembre. Esperemos que su pleito se resuelva para que pueda existir una oposición fuerte, frente al partido oficialista de país, donde gobiernan 23 de los 32 estados.
El país gana si hay oposición y Nuevo León está cerca de dejar de serlo, si los demás partidos no se concentran en hacer bien su trabajo y enfocarse en su gente. La tienen difícil y más aún si no dejan atrás sus intereses exclusivamente partidistas.