Vale la pena adentrarse en las historias de las grandes marcas de tenis. Desde la creación de Nike, contada en la autobiografía Nunca pares, hasta la rivalidad de los hermanos alemanes en la creación de Puma y Adidas, narrada en la serie Rivales por siempre. Otro dato interesante en la serie El último baile sobre la vida de Michael Jordan, que por cierto es un must para temas de liderazgo, es que sus tenis favoritos eran los Adidas, empresa con la que quería firmar un contrato, pero tener sus propias zapatillas deportivas, a lo que la marca no accedió y esto lo empujó a firmar con Nike. Y la historia de los Air Jordan se cuenta sola.
Adidas, como una de las grandes marcas mundiales de moda, es tema de conversación. Los tenis especialmente se han vuelto un artículo de primera necesidad, además de ser parte de la cultura. Ya no solo se usan para hacer ejercicio, sino son casi la etiqueta de vestir tanto en el trabajo como en la vida diaria.
Adidas ha levantado el orgullo nacional. Ha hecho hasta que la Presidenta los mencione en su mañanera, aun con tantos temas prioritarios por atender. El caso ha sido el lanzamiento de las sandalias Oaxaca Slip On, que según críticos y Gobierno ha sido una apropiación cultural, que es una violación al derecho de propiedad intelectual contra la cultura de origen. El pueblo del municipio de Villa Hidalgo Yalalag se pronunció solicitando que se les reconozca como los creadores originales del diseño, se pare la producción y se abra un diálogo con la empresa. Ellos no quieren la intromisión del Gobierno. A lo que Adidas ya respondió con la disposición de trabajar con la comunidad para establecer una solución.
Me da gusto que esto haya sucedido. No por el pueblo, que más que una afectación puede ser una oportunidad. Esto sirve para hablar y trabajar en beneficio de nuestra cultura y del valor de nuestros artesanos. Que un diseñador reconocido como Willy Chavarria y una empresa como Adidas se interesan por unos huaraches oaxaqueños, si se maneja correctamente con los autores originales, podría traer mucho bien a México como marca y con una población de 19 por ciento de indígenas, pero sobre todo al estado que es uno de los tres con más pobreza en el país.