Hace un par de días, quizá una semana atrás, en la plataforma de streaming HBO Max se estrenó la cinta El gran truco (The prestige), no es producto nuevo pues llegó a los cines en el 2006, cuenta con un elenco bastante impresionante en el que destaca Christian Bale, Hugh Jackman, Michael Caine, Scarlett Johansson e incluso David Bowie; una historia de actos de magia, obsesión y una lucha constante por tener el mejor truco de Londres en 1890; una producción bastante interesante y que seguramente muchos lectores y lectoras ya habrán visto al menos una vez.
Pero por qué es relevante 16 años después de su estreno, además de su estreno en la plataforma en línea, bueno por la premisa simple, El gran truco explica el personaje de Michael Caine, “todo gran truco de magia consiste en tres actos: el primero recibe el nombre de la promesa, el mago muestra algo ordinario, pero, como es de esperar, probablemente no lo sea; el segundo acto se llama el giro, el mago hace que ese algo ordinario realice algo extraordinario. Ahora bien, aunque busques el secreto, no lo vas a encontrar. Es por esto que hay un tercer acto, llamado el prestigio, esta es la parte de los giros y los cambios inesperados, en la que la vida pende de un hilo y ves algo sorprendente que jamás has visto antes”.
Casi todas las personas han presenciado un acto de magia, incluso en el transporte público y no me refiero a un asalto donde es fácil desaparecer el dinero de los espectadores, lo interesante sería hacerlo reaparecer; pero la vida en México está llena de “promesas” y “giros”, pero carece de “prestigio”, tomemos un ejemplo cotidiano, la política en el país; llena de los primeros actos de una ilusión sin la recompensa de ver algo “extraordinario”; buscan el voto y el favor de la ciudadanía que su único acto es la ilusión de interés en sus causas y demandas, para luego desaparecer sin regresar, no hay “prestigio” en sus actos.
Pero se debe reconocer, y retomando la cinta de El gran truco, de acuerdo con su clímax sí existe algunos partidos políticos que les va bien llevar esa doble vida para ocultar el secreto de sus ilusiones, siendo uno de los máximos exponentes Morena, quienes casualmente tienen un proceso de renovación interna este fin de semana, y como presentación de magos, también lo harán la próxima semana, mismos horarios y sedes; se requiere un boleto para acceder a este espectáculo, no cuesta ni tiene restricciones, incluso los menores de edad pueden asistir y votar para elegir integrantes de órganos de dirección del partido guinda, pero eso sólo abarca la audiencia; la “magia” real está en cómo mantener una imagen pública mientras se hace lo opuesto, pues ahora cualquiera milita en sus filas. Su primer gran ilusión fue el cambio de color rojo, de muchos de sus perfiles, al guinda (o como lo llamo yo, rojo oxidado y viejo); aunque también se les da bien el cambio cuando proviene del azul, amarillo, verde, o los que sean, total la idea es sumar; el acto sigue cuando presentan una convocatoria para su renovación interna, “la promesa”...
Teodoro Santos
