Política

La guerra sin fin

¿Cómo el conflicto ruso-ucraniano en el año 2024 desafía la paz mundial y revela las ambiciones ocultas del bloque occidental?

 A medida que nos adentramos en 2024, la guerra entre Rusia y Ucrania, lejos de disminuir, ha alcanzado una peligrosa relevancia, aunque parece haberse desplazado del foco principal de los medios de comunicación globales. Todo el mundo ha observado y comprendido que Rusia está librando una guerra contra todo el bloque occidental. Al parecer, a Europa y a Estados Unidos les conviene que este conflicto se prolongue, ya que incluso los ataques han alcanzado territorio ruso, Belgorod. Sin embargo, en los momentos en que la paz sería más necesaria, especialmente para Putin, el problema no radica únicamente en Ucrania, sino también en la relación con el bloque occidental, crucial para cualquier negociación. 

Al parecer, la Federación Rusa tiene objetivo de asegurar su control geopolítico sobre los territorios establecidos al final de la Segunda Guerra Mundial en 1945, exigiendo garantas de no enfrentar posturas rusófobas y asegurando que Ucrania no se una a ninguna coalición en contra de los intereses de Rusia. Este control no es conveniente para Occidente, lo que ha llevado a que éste continúe invirtiendo incluso para provocar a Rusia y fomentar ataques que escalan la situación. Este constante estado de guerra agota a Rusia pero tampoco asegura la paz en el territorio de Ucrania. ¿Quién está ganando? Nadie.

 Occidente parece buscar la guerra, ya que se han intensificado los ataques en territorio ruso, siendo el bombardeo de Belgorod parte de esta agenda manipuladora. Pero, ¿hacia dónde conduce este escenario en términos de estabilidad regional? ¿Acaso debilitará a Rusia y provocará la desaparición de población ucraniana?

 El bombardeo ucraniano en Belgorod, que resultó en la muerte de 25 personas el 30 de diciembre, es el incidente más letal en territorio ruso desde el inicio del conflicto. Viacheslav Gladkov, gobernador de la región de Belgorod, ha conformado la evacuación de 300 residentes a refugios temporales, una medida sin precedentes en una gran ciudad rusa desde el comienzo de la guerra en febrero de 2022. 

Paralelamente, Ucrania ha sido blanco de una serie de intensos bombardeos rusos. Las fuerzas aéreas ucranianas reportaron haber derribado una cantidad significativa de los misiles lanzados por Rusia, además de neutralizar varios drones Shahed de origen iraní. Estos ataques han causado numerosas víctimas y daños en infraestructuras críticas y en bases militares enviados por el occidente. 

Las Fuerzas Armadas de Ucrania lanzaron un ataque masivo contra Donetsk, una ciudad en la República Popular de Donetsk, durante las celebraciones de Año Nuevo. Este ataque, que dejó al menos cuatro muertos y trece heridos, según el jefe de la república rusa,

Denís Pushilin, ha marcado un giro significativo en el conflicto. 

Por otro lado, el presidente ruso Vladímir Putin, en sus comentarios, insinuó un cambio en el panorama del conflicto. Putin enfatizó que la guerra debe terminar lo más rápidamente posible, pero en términos que favorezcan a Rusia, declarando que no tienen intención de luchar indefinidamente ni de ceder en su posición. ¿En este escenario más reciente quién ha sido el 'agresor' principal? 

No es Ucrania la que lucha por su soberanía, sino más bien el bloque occidental que, bajo la bandera del discurso liberal, busca defender sus intereses. Esta lucha no se centra únicamente en la soberanía ucraniana, sino que involucra a las sombras del bloque occidental que buscan lucro en la industria militar y desean que la guerra se prolongue indefinidamente. Estados Unidos ha sido identificado como el 'agresor', lo que nos lleva a cuestionar si la guerra realmente nunca fue directamente entre los ex hermanos Rusia y Ucrania. 

Esta escalada en el conflicto y la retórica de las autoridades rusas indican un punto de inflexión. La situación en Donetsk durante la Nochevieja no es solo un incidente aislado, sino un reflejo de un conflicto que continúa evolucionando y que parece lejos de una resolución pacífica.

El conflicto ha evolucionado hasta convertirse en una guerra prolongada con efectos impredecibles. Surge la pregunta: ¿estamos pasando por alto una crisis que podría tener implicaciones globales en 2024 también?


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Talya Iscan
  • Talya Iscan
  • Especialista de Política y Seguridad Internacional, Académica de la Universidad Autónomo de México
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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