2015 fue el año en que todos los Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) evaluaron sus muy precarios resultados obtenidos del año 2000 al 2015 con los llamados "Objetivos de Desarrollo del Milenio", metas aparentemente sencillas que todas las naciones iban a cumplir en quince años para tener un mundo más parejo, pero no, casi nadie logró cumplir ni si quiera un par de los ocho objetivos.
A casi todos los países miembros, incluido México, les paso como con los propósitos de año nuevo. En el continente americano sólo cuatro países lograron alcanzar las ocho metas. Canadá, Venezuela, Chile y Cuba fueron los únicos que cumplieron con erradicar la pobreza extrema y el hambre, brindar educación básica a toda la población, ofrecer igualdad de oportunidades a mujeres y hombres, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud en la maternidad, combatir el VIH, la malaria y otras enfermedades, asegurar un medio ambiente sano y seguro y fomentar una alianza y cooperación mundial para el desarrollo.
Tras el éxito no obtenido, nuevamente los miembros de la ONU se replantearon metas para los siguientes 15 años, basándose en uno de los aciertos tangibles de los Objetivos de Milenio, que fue el que todos estos países avanzaran en una misma dirección. Los nuevos propósitos se llaman Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), son diecisiete y se espera lograrlos en 2030.
No pudimos con ocho, pero ahora vamos por estos 17:
1. Fin de la pobreza
2. Hambre cero
3. Salud y bienestar
4. Educación de calidad
5. Igualdad de género
6. Agua limpia y saneamiento
7. Energía asequible y no contaminante
8. Trabajo decente y crecimiento económico
9. Industria, innovación e infraestructura
10. Reducción de las desigualdades
11. Ciudades y comunidades sostenibles
12. Producción y consumo responsables
13. Acción por el clima
14. Vida submarina
15. Vida de Ecosistemas terrestres
16. Paz, justicia e instituciones sólidas
17. Alianzas para lograr los objetivos
Rio, para no llorar.
De entre los 17 ODS, el número cinco es el que mayor interés representa para esta columna: "Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas". Si bien se han producido avances a nivel mundial con relación a la igualdad entre los géneros a través de los Objetivos de Desarrollo del Notivox (incluida la igualdad de acceso entre niñas y niños a la enseñanza primaria), las mujeres y las niñas siguen sufriendo discriminación y violencia en todos los lugares del mundo.
Como la propia ONU señala, la igualdad entre los géneros no es solo un derecho humano fundamental, sino la base necesaria para conseguir un mundo pacífico, próspero y sostenible. Si se facilita a las mujeres y niñas igualdad en el acceso a la educación, atención médica, un trabajo decente y representación en los procesos de adopción de decisiones políticas y económicas, se impulsarán las economías sostenibles y se beneficiará a las sociedades y a la humanidad en su conjunto.
Para contribuir a un Planeta 50-50 en el 2030, México centró su aportación en tres rubros: Coordinación gubernamental para impulsar el trabajo garantizar igualdad entre mujeres y hombres en los gobiernos, promover una responsabilidad más compartida entre mujeres y hombres para mejorar la distribución de las tareas domésticas, y ampliar medidas para prevenir el embarazo entre las adolescentes y reducir la mortalidad materna.
En esta ocasión, no sólo será la ONU Mujeres quien vigilará el cumplimiento de los avances, sino que este mismo organismo puso en marcha un mecanismo de coordinación con la sociedad civil de los diferentes países, para que sea la ciudadanía quien vigile directamente a sus gobiernos en el cumplimiento del Objetivo 5 de los ODS.
Si bien el primer paso para lograr la igualdad entre mujeres y hombres se dio desde hace cientos de años, y el intentar alcanzar los Objetivos del Notivox trajo consigo algunos avances en favor de los derechos de las mujeres, será 2016 el año en que se comenzará formalmente a caminar hacia la consecución del quinto Objetivo de Desarrollo Sostenible.
Con la misma rabia que se mira en automovilistas tener que ceder ante derechos peatonales y ciclistas, con ese mismo coraje se observará todavía más a quienes consideran que a las mujeres ya se nos ha dado "demasiado", que ya qué más queremos. Ese desprecio de quien es incapaz de cuestionar sus privilegios se pondrá de manifiesto todavía más de aquí al 2030, cuando las mujeres estaremos luchando por ganar todavía más derechos.
¿Cuándo pararemos? Cuando hayamos cerrado la brecha de género que nos separa de los hombres. Cuando consigamos verdaderamente un Planeta 50-50. Cuando, como decía la pionera del feminismo Mary Wollstonecraft, tengamos poder no sobre los hombres, sino sobre nosotras mismas.
@taniamezcor
FB: Tania Mezcor