Ahora que ya sabemos claramente que la nueva entrega del vengador encapotado ha sido un éxito a nivel mundial (exceptuando a Rusia, por supuesto) la conversación está poco a poco cambiando el precio de los boletos en el cine y si es que quienes no pensamos dejar de ir a ver las producciones en la pantalla grande estamos dispuestos o no a pagar más por una gran producción o por una cinta muy esperada.
De esto se venía discutiendo antes, incluso, de la pandemia. Y en muchos cines de Estados Unidos desde Spider Man y Uncharted ya se aplicó el aumento, particularmente en cines de Los Ángeles y algunos de Nueva York, con un promedio de un dólar cincuenta más que por otras películas. La idea original consistía en que las cintas que no necesariamente sean blockbusters pudieran cobrar aun menos y así compensar con las películas que la gente no va a dejar de ver por pagar el equivalente a 30 pesos extra por función. Eso, allá, donde los boletos varían de manera sobresaliente de precio dependiendo de la zona del país donde esté la gente. Aun así, el promedio de un boleto normal sería unos 300 pesos de por acá. Más palomitas y refresco.
Aquí aún no llegamos a ello, aunque sin duda el cine sí tiene precios distintos también dependiendo de la zona en el que se encuentre. La verdadera pregunta es si la gente está dispuesta a pagar esto. No es lo mismo ganar en dólares y pagar un promedio de 35 pesos por persona en el cine si se quiere acompañar con el munchies, que ganar en pesos y tener que ajustarse a un esquema así. No, si se quiere que la gente siga yendo al cine después de todo lo que ha pasado.
Susana Moscatel
Twitter: @susana.moscatel