Ya van 32 años desde que se dieron cuenta en Walt Disney World en Orlando que los kilómetros que se recorren en sus parques se pueden celebrar también a modo de carreras de larga distancia, así fue como llegamos a celebrar la idea de que el entretenimiento y el deporte puedan hacer una fusión tan distinta a la mayoría de los eventos atléticos del mundo.
Claro que hay quien se avienta el Dopey Challenge, cuatro días consecutivos de carreras, como si quisieran calificar para Boston. Pero lo cierto es que los 5, 10, 21 y 42 kilómetros que este pasado fin de semana hicieron unas 30 mil personas, son una manifestación de cómo el esfuerzo y el trabajo duro se pueden celebrar al lado de los recuerdos de nuestros personajes favoritos.
Este año, me sorprendió; vi a más Blancanieves, Mirabeles (Encanto) y Maléficas que nunca, sobre todo en el medio maratón. Confieso que también vi una Glinda corriendo con una Elphaba y dos Chapulines Colorados, pero nadie les dijo que estaban en los parques equivocados. Nunca entenderé cómo logran los superfans el detenerse cada vez que aparece un personaje oficial, algunos que usualmente no vemos, hacer fila, tomarse la foto oficial y aún así acabar las carreras antes de que lleguen las famosos barredoras, esas personas que cierran las carreras o desfiles, cuando ya el tiempo fue demasiado.
Este año el festejo fue para Goofy (Tribiliín) en su 20 aniversario como reto atlético pues hay una medalla especial para quien haga el medio maratón y el completo un día detrás del otro. Y Dopey (Tontin) es de quien haga las cuatro carreras.
Lo más divertido fue, debo confesar, ver a todos los que lo completaron el domingo en la tarde arrastrándose como pueden por los parques, con cinco medallas enormes en el cuello y celebrando su victoria que empezó en el estacionamiento de Epcot antes de las 4 de la mañana cuatro días consecutivos. ¡Dopey’s y orgullosos de serlo!
