Hay que tener una mente muy clara y aguda para saber que a pesar de la estupidez humana y de lo rudimentarias y genéricas que suelen ser las reacciones de los seres humanos, quitarte la ropa y mostrar los senos a favor de una causa de derechos humanos sí va a lograr que a al menos un grupo ligeramente más pensante de personas les llamará la atención, pero podrán ver un poco más allá de un par de tetas.
Resulta cada vez más inaudito, aunque tristemente predecible, que haya personas más dispuestas a ofenderse por un cuerpo semidesnudo que por una serie de asuntos que tienen a millones protestando en las calles por lo que claramente es el estallido de una crisis social, en esta ocasión, en Chile.
Nosotros ya estábamos dentro del auditorio del MGM Arena durante los Latin Grammy cuando Mon se destapó para mostrar un escrito en su cuerpo donde decía: “En Chile torturan, violan y matan” con destacadas letras negras. Ella con la mirada hacia abajo, clara tristeza y, sin la menor duda, sabiendo claramente que se llevaría la nota, se sostuvo y luego siguió su camino musical, uno hacia un ceremonia que en sí no tuvo tintes políticos, pero que unió a muchas culturas latinas a través de lo mejor (y en ciertos casos lo peor) de su música.
Mon sabe que la gente iba a hablar del tamaño, la forma y la dirección de sus pechos, esta mujer no es ninguna inocente. De la misma manera, sabía que habría personas profundamente ofendidas por esto. ¿Pero, saben qué? Estamos viendo claramente que eso funciona. Porque sí alguien esta más ofendido por un cuerpo siendo mostrado que por una tremenda crisis social, entonces tarde o temprano acabará teniendo alguna discusión con alguien ligeramente más informado. Y si esa persona no agarra la onda, los que están escuchando al menos algo más sabrán al respecto.
No hay día ya en que no me encuentre a alguien que me diga: “Yo ya no veo o leo las noticias, me deprimen”, ante lo cual yo (si de algo sirviera) les juro que también quisiera arrancarme la camisa en ese momento, a ver si de esa forma entendieran que el ser una sociedad informada tal vez haría de las noticias algo menos deprimente.
Entiendo, es demasiado. Mon supo que esta era la forma de dejar claro lo que quería decir. Y vaya que funcionó. Creo que quien tenga un problema con eso, se lo puede quedar para su confesor, psicólogo o pareja. Pero igual que en México, cuando nos preguntaban ofendidos: “¿Cuál era la necesidad de desnudarse en la marcha contra la violencia a las mujeres?”, la respuesta viene con la pregunta. Porque llamar la atención estos días para las cosas importantes es una labor titánica. Si la mente decide poner a nuestros senos a favor de eso, sabiendo que al menos la gente se enterará, mejor para todos. Toda mi admiración para esas mujeres y para Mon. Nuestros cuerpos, nuestras ideas. Que uno sirva al otro siempre y cuando venga directo de cada una.
Twitter: @SusanaMoscatel
