Así como con la llegada de las redes sociales y los teléfonos inteligentes miles de personas decidieron que serían reporteros y comentaristas, con el confinamiento mundial a tantas de nuestras casas hay cientos de miles de nuevos productores y creativos que, usando herramientas como Houseparty, Zoom, Instagram y Facebook (que nos asegura que pronto tendremos una enorme herramienta para esto), no solo están haciendo juntas o reuniones con sus amigos o familia, muchos están haciendo arte.
Es lo que hay, y considerando el tamaño de la situación que estamos viviendo, no está nada mal.
Sobre todo cuando estos recuadros que ya nos son tan familiares como si nos hubiesen acompañado toda la vida, son manejados con agilidad, al ritmo de alguna canción o incluso para crear un programa de televisión completo.
Y esperen, así vendrá una especie de Teletón encabezado por Oprah Winfrey y Julia Roberts en Call to Unite, para poder ayudar.
Vaya, se han hecho cosas brutales y seguirán haciéndose.
Todo mundo tuvo que aprender de inmediato cómo remplazar la realidad con estas herramientas por ahora y, aunque en tiempos normales no sería lo ideal, hay que decir que la estética de la vida durante la pandemia quedará para la historia.
Me pregunto qué pasará cuando podamos volver al cine, al teatro, cuando la mayoría de los programas se puedan volver a hacer por completo desde el estudio.
¿Mantendremos algo de lo aprendido? O ver esos cuadros que ahora son nuestras ventanas al mundo solo serán parte de un difícil recuerdo. Veremos.
Twitter: @susana.moscatel
