Definitivamente, no hay otra manera de entenderlo, la gimnasta mexicana Alexa Moreno es una fregona. Nadie en la historia de nuestro país había logrado lo que ella y mucho menos con el tipo de presión y agresiones que la atleta elite ha tenido que vivir.
Estos Juegos Olímpicos en particular se tiñen de tonos complejos, controversia y sin duda alguna de la llamada opinionitis de la que todos sufrimos a diferentes grados, pero que nunca se había visto tan amplificada.
Ahora Alexa quiere descansar. Espero que se desconecte del mundo digital por completo, porque la mujer merece toda la paz y la capacidad de no estar recibiendo basura por todos lados.
Es cierto, la admiración es también algo que se recibe en su caso por esta vía, pero nuestra terrible y muy criticable naturaleza humana hace que destaquemos los insultos y no valoremos los halagos.
Además, de valorar esos halagos que llegan por esa misma vía tecnológica, nos obligaría también a darle su lugar a los verdaderos haters. esas personas que solo se dedican a odiar por odiar. No deberían tenerlo nunca y de ninguna manera.
Eso me lleva a la magnifica dedicación que ha demostrado la atleta estadunidense Simon Biles, porque hablando de Alexa, alguien me dijo, “Simone debería aprender de ella”.
Alto ahí, Simone es la mejor gimnasta del mundo y si tuvo la capacidad de reconocer que no estaba bien para seguir adelante en esta justa olímpica en particular, bravo por ella también.
Me resulta inaudito como tantos que no podrían tocar ni las puntas de sus pies o subir dos pisos de escaleras sin perder el aliento, de pronto son expertos olímpicos, de salud mental y física.
@susana.moscatel