Dijeron que esto nunca iba a ocurrir. No les creímos; teníamos razón. Es difícil pensar que esto no es el principio de un enorme reacomodo de cómo estamos consumiendo televisión en el mundo.
El anuncio conjunto de Disney con Warner sobre la alianza que harán respecto a la venta de sus paquetes cambia todo el mercado que apenas empieza a entenderse a sí mismo.
Aún no tenemos todos los detalles, sabemos que habrá paquetes con y sin publicidad, pero no el precio. Sabemos que la próxima semana en Estados Unidos se presentarán los proyectos a programadores y anunciantes. No sabemos aún si este plan tiene ya fecha para salir.
La cosa es esta: aunque ya podemos encontrar paquetes de dos o más plataformas a través de la compra de internet o compañías celulares, nunca habían querido hacer el proyecto en conjunto y de origen. Siempre habían puesto limitantes a las marcas que ambos conglomerados manejan en este tipo paquetes, y la programación en vivo se paga aparte.
Disney tiene marcas desde National Geographic hasta ESPN, de Star Wars y Marvel a Pixar; Warner tiene HBO, el universo DC y los derechos a programas como Friends. Estarán creando un gigante de contenidos. Una fusión de empresas sería impensable, pero una colaboración de paquetes cada día es más urgente.
La mayoría de las personas no tiene ni tiempo ni dinero para estar inscrito a todo. Netflix tampoco ha querido hacer esto que les cuento, pero quizá ahora tendrá que considerarlo. Y Paramount, Apple, Google. Esto ya no es la guerra de las televisoras de la era de sus abuelos y padres. Se está reinventando la forma en la que consumimos televisión, películas y entretenimiento en general; todo va tan rápido que quien se distraiga va a perder.
