Will Smith es una fuerza de la naturaleza y eso queda constatado en su biografía, publicada apenas hace unas semanas, en la que narra la historia de su vida, sus temores respecto a la legitimidad de su talento y valor a enfrentar las adversidades; y ante todo la complicada y dolorosa relación con su padre. Por eso resulta aun más interesante que al mismo tiempo se estrene, y eso ocurre hoy en México, la cinta Rey Richard, que es básicamente la historia del padre de las dos mejores tenistas en la historia del deporte: Venus y Serena.
A diferencia de La casa Gucci, aquí no habrá ofendidos, pero Smith cuenta en varias entrevistas del terror que tenía que las tan admiradas atletas, que aparecen desde muy pequeñas en la cinta, no estuvieran de acuerdo con la interpretación que hace de su progenitor y, sobre todo, ejemplo de vida. Claramente sí lo estuvieron y han celebrado mucho la interpretación de su padre. Y es que Richard Williams siempre supo que la grandeza estaba en casa, y la forma en la que logró motivar a sus hijas para cambiar la historia del deporte es una que no escuchamos muy seguido: con terquedad, sin duda, con estímulos positivos y claridad en los objetivos. Las “niñas” Williams gozaban practicar su deporte y no siempre fue fácil que su padre no las dejara seguir el camino ya creado por otros, aceptar las primeras buenas ofertas, participar en torneos en los que todos decían que debían estar.
Y fue precisamente eso, el derecho a practicar el deporte que tanto amaban a través de buenas calificaciones, decisiones difíciles y perseverancia absoluta, la que hace de esta historia una de esas que queremos ver estos días: un auténtico “sí se puede”, no uno que venga desde la derrota. Porque vaya que han podido. Así que en lo que la gente acaba de pelear por los futuros boletos de Spider-Man, por ahora pueden gozar la historia de un héroe de la vida real en la pantalla grande.
Susana Moscatel
Twitter: @susana.moscatel