Así como hay suficiente como para tener estaciones de radio que solo toquen música relacionada a los Beatles, me voy dando cuenta de que podría escribir una columna diaria del efecto Taylor Swift y hablar de cosas completamente distintas todos los días.
No lo voy a hacer, pero podría; hoy, permítanme el gusto de retomar este titular de la revista Rolling Stone: “La derecha dice que el Super Bowl está arreglado para que Taylor Swift promueva a Biden”. ¡¿Qué?! Así como aquí nos quieren siempre hacer creer que somos “chairos y fifís”, allá la derecha y la izquierda están enloqueciendo en este año electoral como nunca. Y miren que tienen competencia. Pero ese comentario en particular vino del ex precandidato republicano Vivek Ramaswamy, y créanme, no es el único desquiciado.
Muchos discursos aseguran que la relación de Taylor Swift y Travis Kelce, el ala cerrada de los Jefes de Kansas City, es un invento para manipular a favor del aborto, promover una agenda de dominación mundial, y hasta que la NFL está controlando la narrativa por órdenes de quien quiere “iniciar una serie de eventos que aniquilarán a un porcentaje enorme de la población”. Lo cierto es que los discursos electorales no son menos ridículos.
El hecho es que hay millones de personas más activas discutiendo en redes sobre si Taylor va a alcanzar a llegar de su concierto en Japón a tiempo para ver el Super Bowl, que sobre los temas sociales y económicos en las elecciones.