La era de la inmediatez, la cual tanto ha afectado la calidad y el cuidado de los contenidos, ha llegado de manera trágica a los documentales. Sabemos del enorme interés que ha generado siempre, mucho antes de la película de James Cameron, la tragedia del Titanic. El trasatlántico, que supuestamente era imposible de hundir, terminó en el fondo del océano hace 101 años, causando la muerte de mil 500 personas y quedándose para la historia como uno de los peores desastres humanos generados por la soberbia.
Pues bien, esperando que tengamos buenas noticias, lo que ya podemos decir es que, al menos en ese rasgo de soberbia, la historia se está repitiendo un siglo después. ¿En qué maldito universo se le ocurre a alguien ponerle Titán a un sumergible que visitaría las ruinas del Titanic en el fondo del mar? ¿Uno que no contaba con la certificación de ninguna autoridad? Uno que, igual que la nave original, lleva algunas de las personas más ricas del mundo a bordo.
Mientras el mundo cuenta las horas de aire que les quedan a las cinco personas desaparecidas hasta el cierre de esta edición, los británicos del Canal 5 ya anunciaron que hoy jueves en la noche (temprano para nosotros), tendrán listo un documental de toda esta catástrofe. Aseguran que son serios y respetuosos, pero considerando que falta saber el final, muchos nos tenemos que preguntar: ¿Tanta prisa tienen? Porque si el final no es el que que deseamos, esto se estará viendo en el mundo pocas horas después de que se haya perdido la esperanza. Los humanos somos un maldito caos a veces.