Esos camaradas de los que huía para no beber con ellos, están muertos, no sabían beber, tontos, se creían “malvados/as” y “gruesos/as”, qué aburrido ser maleado y podrido, es tan común. Ruge, se incendia, Little Bastard se abre paso en la madrugada sobre Miguel Ángel de Quevedo, oyendo a Los Lobos el camino es mejor, ¿la ciudad empieza a “desaparecer”? No sé, todas estas montañas, lagos y animales nocturnos estaban antes de que asesináramos los ríos. Qué oscura la noche de Iguala y Chilpancingo, da miedo atravesar carreteras con sombras de desaparecidos. Todo sea por el rock & roll. Cuando manejas en un auto de esta potencia te olvidas del tiempo, te traga y después te escupe su turbio amanecer en la cara… triste ver que las lagunas y río se han secado. Acelero: estrellarse contra todo, menos contra la puta realidad, lo escribí en los 90’s, pienso en aquellos a los que el dolor los acribilló sin piedad. Qué cansado debe ser representar un personaje, ¿quiénes somos después de litros de alcohol? ¿un deplorable y repulsivo ser en black out permanente? ¿o un lince que se prepara un martini al despertar, pide el desayuno y sonríe con tranquilidad porque no mató ni insultó a nadie? ¿la persona idiota que no conforme con joderse a si misma destruye y lastima a los demás? Me da igual, bebo y crudeo only con linces. El día que me inunde el black out me retiro del alcohol. Beber no es para todos, aguas con la psicosis. Soy capaz de recordar detalles de la parranda por más alcohol que tenga encima. Ayer por la tarde comí en El Taquito, en la calle del Carmen, en el Centro, Marilyn Monroe cuando estuvo en México en 1962 comió ahí, meses más tarde murió. Después de muchas horas llego por fin a Puerto Escondido, al Capri, hotel oficial del We’re Loud Fest 2024, impecable lugar, huele a lavanda por todas partes. La fiesta ya empezó desde hace una hora, en el bar junto a las rocas de Playa Manzanillo, cuánta belleza, sólo me aferro a la ciudad para narrarles su polución. Un precioso gato playero roba camarones de las mesas, las personas bailan con sus cervezas heladas y vasitos de mezcal, escribo esto desde una mesa. Trent de The Mummies está reventando los cuerpos sin piedad con discos, gritan, se mecen, desenfreno en la arena, amor por la música; pienso inevitablemente en José Agustín, que se involucró en la escena del rock en México, escribiendo y viviéndola, tendrá un merecido homenaje en Bellas Artes el domingo 25 de febrero… “quién sabe cómo perdiste el control, el vuelo, la energía… dentro te quedaste en la oscuridad que la vigilia nunca acaba de consumir, lleno de heridas por todos lados”, mantenerse Cerca del Fuego es crucial. Todos estos rebeldes están aquí por algo: seguir alimentando el fuego que los incendia en rock & roll y vitalidad. El DJ Scorpio 69 baila. Somos una manada de personas raras entre estas familias que comen tranquilamente. Hoy tocan Carrion Kids y The Mummies, se los contaré pronto. Rack!
‘Sagrado Desenfreno Tropical’
- Crónica
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Susana Iglesias
Ciudad de México /