José de Teresa, cuñado de Porfirio Díaz, fue dueño de una hacienda llamada: Guadalupe, ese es el origen de la colonia Guadalupe Inn, rodeada por Avenida Revolución e Insurgentes, en la zona sur colinda con Altavista. Mi madre y yo comíamos en el emblemático restaurante San Angel Inn inaugurado en 1963, fue una hacienda que funcionaba desde el siglo XVII como casa de campo de la nobleza virreinal y casco productor de pulque, estadunidenses la compraron a inicios del siglo XX convirtiéndola en Hotel, de ahí su nombre, le añadieron el Inn que significa: posada. Brigitte Bardot, el entonces presidente de Estados Unidos: Nixon y Robert Kennedy comieron ahí. Estuve ahí hace dos años invitada por la generosa familia de mi amigo Samuel Rivero, fiero poeta, no recuerdo cuántas botellas de vino abrió su generoso padre aquél día, un gran médico.
Un trayecto de apenas 21 minutos desde el Centro a la bella calle de Guty Cárdenas #121, estoy aquí para hablar con Gabriel Regino, uno de los mejores penalistas en México, su despacho tiene presencia y alianzas importantes en toda América. A Gabriel es imposible no admirarlo, solo enanos mediocres se sienten intimidados ante su monstruosa inteligencia, enorme sensibilidad y cultura. Regino no solo es penalista, es escritor. Su mirada traspasa, camisa impecable, mancuernillas, el azul marino le queda perfecto. Hombre de convicciones íntimas, desprecia las conexiones superficiales, siempre dispuesto a profundizar: la investigación fue su gran amor desde niño. Empezó a leer y escribir a los 4 años, leía la Nota Roja. Un evento cerca de Calzada de Tlalpan cuando tenía 10 años marcó su existencia, su primer evento de sangre, el primer agonizante desangrándose que vio con múltiples heridas por arma de fuego, ese día entendió que en eventos de tal magnitud siempre están presentes en nuestro país dos elementos: veladora y sábana.
La creación de un Partido Político es un derecho, la ley marca requisitos. Imperium es su nuevo proyecto, expertos en materia política, penal y electoral enfocados en abarcar estrategias que permitan ofrecer a sus clientes una mayor cantidad de recursos para el triunfo de su proyecto político. Imperium es una empresa arriesgada, me lo hace saber y en sus ojos veo la convicción del hombre disciplinado que ha logrado todos sus objetivos, el rumor es cierto: no hay caso que no gane. Social media, georreferenciación de votos, acompañamiento de candidatos desde su prerregistro. Imperium surge de la necesidad de la falta de estrategias de comunicación en los partidos electorales. Gabriel Regino García sabe que la vida está llena de batallas y alianzas, de ahí nace este ambicioso proyecto inspirado en grandes imperios como el Persa, Cártago o Roma. Hablamos largamente de asesinos seriales, el cerebro humano, la maldad, su trayectoria docente, literatura noir, algunos casos, de los comandantes de policía de investigación que de niño admiró, “para penalista no se estudia, se vive”.
* Escritora. Autora de la novela Señorita Vodka (Tusquets)
