Es tiempo de creer y hacer lo que nos toca. Es momento de asumir que el poder está en nosotros por más que existen gobiernos que vayan a salir de compras con dinero público y con dinero ilícito.
No tengo idea de cuál vaya a ser el resultado que veremos, pero estoy seguro de que me sentiré orgulloso de haber cumplido con mi responsabilidad.
Me sentiré orgulloso de que no fui a empeñar el futuro de todos por dinero o por un puesto que en el mejor de los casos dura tres o seis años y que a la mayoría ni siquiera le cumplen.
Ningún gobernante será perfecto, pero al menos que gobierne él, no su hijo o su familia.
Ningún gobernante será perfecto, pero no se vale salir a minimizar los problemas de los maestros, de los agricultores, de la inseguridad, de la atención médica, del agua y muchos más.
Ningún gobernante será perfecto, pero no se puede tratar de gobernar como en los ochenta y querer estar solo en el aplauso y en el elogio.
La crítica la descalifican, pero es la falta de autocrítica lo que los tiene en crisis, son las malas decisiones de haberse rodeado de personas que en gobiernos pasados tuvieron más señalamientos que logros, es el ego de no entender que fueron una circunstancia, pero que la circunstancia se acabó y que ahora valen por lo que hacen o lo que dejan de hacer.
Sí, ningún gobernante será perfecto, pero entendámoslo ya, a los buenos gobiernos los tenemos que cuidar ya los malos gobiernos los tenemos que echar.
Mucho poder hace daño y ya nos lo demostraron. Hoy a pesar de que aquí son gobierno, siguen dando más promesas que resultados, y más mentiras que verdades.
Iré a cumplir con mi deber, no con el rencor de tanta injustica, de tanta burla y de tanto cinismo, y sí con la mirada puesta en el futuro.
Un futuro que nadie nos va a venir a construir, que lo haremos nosotros cuando nos decidamos a ser ciudadanos de tiempo completo y no de elecciones.
Es tiempo de demostrar que el mejor freno al poder nosotros somos y que somos millones y millones más los que queremos un rumbo que signifique un entorno en paz y con la tranquilidad de una vida digna para todos y todos los que nacimos aquí.
No sé cuál vaya a ser el resultado, porque nadie realmente puede predecir el futuro, pero sí podemos crearlo.
Hagamos lo que nos toca.