“Muchas personas no logran la originalidad porque generan algunas ideas y luego se obsesionan por refinarlas a la perfección”. Es la cita del libro “Originales: cómo los inconformes mueven al mundo” del autor Adam Grant que dio lugar a esta columna.
La realidad es que a este punto lo confirmo más que nunca. He escrito ya miles de columnas, discursos y frases para distintos personajes políticos y empresariales y para un servidor. En el volumen he encontrado líneas que han tenido éxito en diferentes en espacios y líneas que aun teniendo la misma calidad o una similar han pasado desapercibidas.
Tras un análisis autocrítico es claro que las causas de lo anterior son muchas y variadas, pero eso sí, y en eso soy enfático, nunca he encontrado éxito alguno en las ideas que no traduje en un producto por obsesionarme con perfeccionarlas. Ahora entiendo más que nunca lo que decía una de las personas de las que más he aprendido: “presenta hoy y saca nueve, en lugar de mañana por buscar el 10”.
Adam Grant lo pone en números y en casos: “a pesar de las 1,093 patentes de Thomas Alva Edison, el número de logros creativos realmente sobresalientes probablemente se puede contar con los dedos de una mano”.
“Para generar un puñado de obras maestras, Mozart compuso más de 600 piezas antes de su muerte a los 35, Beethoven produjo 650 en su vida, y Bach escribió más de mil. En un estudio de más de 15 mil composiciones de música clásica, cuantas más piezas haya producido un compositor en una ventana de cinco años, mayor será el aumento en las probabilidades de éxito”.
“La obra de Picasso incluye más de 1,800 pinturas, 1,200 esculturas, 2,800 cerámicas y 12 mil dibujos, por no mencionar grabados, alfombras y tapices, sólo una fracción de los cuales han sido aclamados”.
Las experiencias muestran que en tiempos donde muchos de los productos pueden pasar desapercibidos, también se conciben obras verdaderamente importantes.
Esta columna es un llamado para ti, pero que también tomo para mí. No nos casemos con la perfección. Hagas lo que hagas, vamos a alcanzar todo nuestro potencial a partir del volumen, la trascendencia llegará en la medida en que nos animemos a hacer más, a llegar más lejos, a hacerlo diferente, a hacerlo a nuestro estilo.
Hoy leo mis primeros escritos y apenas los puedo reconocer; pero eso me gusta, porque quiere decir que he avanzado o que cuando menos que he cambiado. Se gana o se aprende, se gana o se crece.
