El lugar donde crecí era uno del que no se podían presumir muchos atractivos turísticos, pero que irradiaba aspectos más valiosos para el desarrollo de una familia.
Victoria, Tamaulipas, era un municipio limpio y tranquilo. No había mucho más, pero realmente se disfrutaba la paz de un sitio así, y claro, no estaba exento de retos.
Se necesitaba encontrar una vocación productiva que le permitiera a su gente depender menos del gobierno y que menos talentos se vieran obligados a emigrar por la falta de oportunidades de desarrollo.
En un mundo tan acelerado quedarse estancado significa retroceder y eso le pasó a Victoria.
Hubo intentos con visión como el pabellón tecnológico que se impulsó hace un par de sexenios, pero faltó continuidad.
La capital de Tamaulipas o vive del gobierno o no vive, esa es la triste realidad que a veces somete a muchas y muchos hasta a no poder expresarse libremente o a tener que festejar a una clase política que desde hace décadas le ha quedado a deber a su ciudad, más por la comodidad de sus privilegios que por falta de capacidad.
Hoy basta que veamos el desarrollo que tienen las capitales de los estados del norte.
Ahí está Chihuahua con inversiones históricas y gran calidad de vida. Saltillo, ejemplo de seguridad.
Y Hermosillo, apostándole a hacer de la ciudad del sol, una ciudad solar con patrullas eléctricas, con un impulso decidido a las energías limpias y hasta con robots que apagan incendios.
En Victoria no vemos nada de eso; lo que sí vemos son problemas para garantizar el agua para consumo humano -ya no digamos para la industria-.
Vemos inseguridad, problemas en la recolección de basura, e insisto, ninguna vocación productiva clara.
Piensen en cualquier carrera, en el número de egresados que salen de las escuelas públicas y privadas después de un gran esfuerzo.
¿Cuántos van a poder encontrar un trabajo que no sea ligado al gobierno? ¿Cuántos van a poder encontrar un trabajo en el que ejerzan su carrera?
¿Cuántos van a poder permanecer en Victoria sintiendo que realmente están en la ruta de cumplir sus sueños?
Victoria se rezagó y me duele mucho decirlo. En lo que viene, ojalá alguien le ofrezca una visión renovada a una ciudad que tiene que volver a ser segura, ordenada y limpia y, que tiene que convertirse en una ciudad próspera y de oportunidades para todos, no sólo para los mismos de siempre.
