greg McKeown en su libro “Esencialismo”, aborda un tema que poco reflexionamos y que debería ser uno de los más importantes en nuestras vidas: todos los días tomamos decisiones sobre qué hacer con nuestro tiempo. En esa definición están nuestras “prioridades”.
El principio del libro se captura en tres palabras: menos pero mejor. A lo largo del libro se plantean algunas preguntas, la más importante para mí es cuestionarnos: ¿esto es lo más importante que debería estar haciendo con mi tiempo y mis recursos en este momento?
El autor nos dice que, si la respuesta a dicha pregunta no es un sí rotundo, entonces habría que rechazar la solicitud.
“¿Alguna vez te has sentido ocupado sin ser productivo?... ¿Qué tal si la sociedad dejara de decirnos que debemos comprar más cosas y en cambio nos permitiera crear más espacio para respirar y para pensar? ¿Qué tal si la sociedad nos animara a rechazar lo que se ha definido con toda precisión como hacer cosas que detestamos, comprar cosas que no necesitamos con dinero que no tenemos, para impresionar a gente que no nos cae bien”?
“¿Qué tal si dejaran de vendernos en exceso el valor de tener más y de nunca vendernos el valor de tener menos? ¿Qué tal si dejáramos de celebrar estar ocupados como si fuera una medida de importancia?”
El autor narra que el término prioridad fue singular durante más de 100 años, después nos quisieron vender que podíamos hacerlo todo, y entonces empezamos a hablar de prioridades.
Hoy todo aparentemente urge, hoy aparentemente hay muchas cosas que tenemos que, y hoy aparentemente podemos hacer muchas cosas. Dos últimos apuntes importantes, “si tú no estableces las prioridades de tu vida, alguien más lo hará” y lo que una enfermera australiana Bonnie Ware una vez registró de una persona enferma en etapa terminal: “Desearía haber tenido el valor de haber vivido una vida fiel a mí misma, no la vida que otros esperaban de mí”.
El esencialismo es eso, definir lo que verdaderamente es importante y descartar lo que es ruido. Es crear un espacio para escapar y vivir la vida. En las decisiones de tu vida, de tu tiempo, de tu energía, de tus recursos: “si no es un SÍ evidente, entonces es un NO evidente”. _