A casi 100 días de que inició el gobierno de Américo Villarreal en Tamaulipas debe haber signos de preocupación. Se percibe que el tema de seguridad no pasa por un buen momento, una parte importante de la burocracia se siente lastimada y las únicas victorias políticas reales han sido la visita del presidente López Obrador con su gabinete y el tema del agua con el trasvase de la presa El Cuchillo. Entiendo perfectamente que la transición fue compleja, que pudieron haber recibido al estado con pocos recursos, que están en el proceso de planeación, que llegaron a realizar auditorías de fondo y que han tenido que apretar el gasto; pero la gente que rodea al gobernador debería entender que se necesitan victorias rápidas mientras arrancan los programas y proyectos de este gobierno.
Sin esa sensibilidad política, la aprobación con la que llegó podría caer rápidamente y es más difícil recuperarla que mantenerla. Los anuncios no bastan y este gobierno está comunicando lo que a ellos les interesa comunicar y no lo que a la gente le importa.
¿Qué hace el gobernador hablando de denuncias contra ex funcionarios cuando el tema de seguridad está tan descompuesto? ¿No ve su equipo de asesores que eso se lo deben dejar a los responsables jurídicos o piensan que los tamaulipecos votaron por él para que metiera denuncias y no para que resolviera los problemas del estado? Fuera del medio político, en la ciudadanía tamaulipeca no permea tanto ese tema. Ojo en Palacio, no es lo mismo ganar una elección sobre la base que brindaba la marca que gobernar un estado como Tamaulipas.
En resumen: no se esperen a tener grandes obras o problemas más grandes para hacer política. Hay muchos ejemplos de que sí se puede. Arranca 2023 con un panorama complejo, pero deseamos que le vaya bien al gobernador para que le vaya bien a Tamaulipas. Ojalá mejore la situación del estado y ojalá pronto lleguen impactos positivos; sería muy malo tener un gobernador desgastado como ocurre en Zacatecas que tiene un clima de inseguridad total y un mandatario que es de los peor evaluados del país.
Es el gobernador de todos los tamaulipecos, son momentos que exigen la sensatez, responsabilidad y sensibilidad del gobernador y de todos los que lo rodean. _
