Contados fueron los aspirantes a la diputación federal quienes tuvieron la posibilidad de asegurar su candidatura para un lugar en el próximo Congreso federal. El estado de Hidalgo no hizo gala de sus secretarios en lo que refiere a esta aspiración, no se vieron beneficiados ni en la tómbola, ni en la encuesta dirigidas por el CEN de Morena, bajo una valoración política equivocada, al consignar y nombrar diversos personajes fuera del contexto que garantice ganar la elección.
Tras esta aplicación fantasma de encuestas realizadas en la obscuridad, sus resultados sirven a la voluntad e interés de los dirigentes del partido.
De igual manera, en Hidalgo nombraron a siete candidatos a la diputación federal y dos al Senado, quienes no garantizan el voto ya sea por su trayectoria o trabajo, ni siquiera por ser morenistas de sepa; solo lograron la inconformidad de la mayoría de los ciudadanos quienes aún tiene la esperanza en la cuarta transformación.
Este tipo de mecanismos para la asignación engañan a la sociedad, se burlan de la buena fe al decir que es la única forma democrática para fortalecer la intención y los intereses de la diminuta dirigencia que controla el partido.
Por medio de especulaciones e inconformidades y disfunciones al articular listas falsas que han generado este innecesario juego sin respetar los estatutos del partido y la voluntad de la gente.
Por otro lado, el estado de Hidalgo ha nombrado a dos candidatos en el plurinominal Miguel Tello y Susana Ángeles, las acciones afirmativas menos esperadas.
Tal vez fue un milagro de algún morenista oculto quien metió mano en la tómbola y las encuestas haciendo justicia para los militantes y simpatizantes al tomar en cuenta estos dos perfiles que garantizan la voluntad del pueblo y el gane este 2 de julio de 2024.
Este acto nos deja la esperanza de que la siguiente etapa será más importante al saber elegir a los candidatos para los municipios, que sea indicado para continuar en esta misma forma de hacer justicia, elegir a quien garantice el triunfo.