Tras una caótica y cuestionada elección en el estado de Hidalgo, donde aún resta un largo camino de incertidumbre respecto a cómo y cuándo se abrirá nuevamente el proceso electoral y quienes serán los candidatos, aunque se sabe que la mayoría de los partidos políticos han identificado a los afortunados que serán los próximos candidatos, salvo que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) aún no libera el humo blanco pese a que ya se conoce de algunos candidatos cercanos al presidente interino Alfonso Ramírez Cuellar.
Los temores existentes del traspié y la inconformidad de los militantes, al igual que la ciudadanía, siguen en la mente de ellos derivado del mal manejo de la estrategia electoral que les puede llevar a una elección abandonada por la ciudadanía.
Lo cierto, es que los aspirantes nunca han parado las campañas clandestinas así como sus movilizaciones en los 84 municipios del estado de Hidalgo, buscando incrementar el número de votantes a su favor para rebasar a su adversario.
En caso de abrirse el proceso, se augura una serie de conflictos internos con todos aquellos que desean ser candidatos internos y que desafortunadamente no serán elegidos; es así como nuevamente el juego de los chapulines dará inicio para buscar oportunidad en algún otro partido tras negociaciones y acuerdos para descalificar a su propio partido al igual que al candidato, favoreciendo así a que gane el abstencionismo en la próxima elección; lo que está claro, es que a los partidos políticos aún no les cae el veinte, olvidando su principal tarea que es atender y acerca a la gente a participar para tener legalidad y legitimidad.
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