El objetivo de una democracia es garantizar el derecho de cada aspirante dándole la oportunidad de ser respetado en cualquier proceso electoral y que sean actores fundamentales de competir por los cargos públicos.
En cuanto a las políticas internas del partido deben ser identificados de acuerdo con la plataforma, lo que define su ideología y posición según la circunstancia del tiempo y forma en el que se reflejan las promesas de los acuerdos, así como las negociaciones entre los partidos aliados, cómo reaccionan las masas, simpatizantes y militantes. Todos los perfiles de los aspirantes deben tener el apoyo y respaldo de la alta tribuna del partido junto con la máquina electoral, aunado a que deben analizar de fondo la trayectoria, actitudes, capital político y la capacidad de liderazgo de cada uno, así como la cercanía a los principios y el objetivo de la lucha de dicha organización política; de esa forma se construye una postura creíble cuanto al marco legal, político y social.
Ahora bien, en Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) por muy relevante que sea la forma de elegir a su candidato, que desde su formación y sus antecedentes inmediatos en el estado de Hidalgo no ha mostrado su competitividad política al elegir o lograr llegar a un acuerdo común entre sus aspirantes como lo que ocurrió la semana pasada al pronunciar la candidatura del senador Julio Menchaca político hidalguense, reconocido y respetado, reacomodando en una forma democrática, plural y transparente como nunca se ha visto anteriormente, este cambio genera la confianza y la credibilidad de la sociedad en Morena y se le augura un gran triunfo en la próxima elección.