El beneficio de la vacunación no es solo salvar vidas, o la solución definitiva contra infecciones. Es prevenir incluso de la muerte, evitar graves problemas que generan un desequilibrio económico como lo que vivimos con el covid-19.
Dentro de todo lo malo, lo bueno es que se crea un acto de solidaridad entre todos los ciudadanos de cuidarse y cuidar a los demás. Se espera que con la vacuna se recuperen la vida social y económica.
Además, es un derecho básico de la población, el gobierno tiene la obligación de proporcionar la vacuna a la gente.
México ha sufrido un gran golpe por ese virus debido al mal manejo del gobierno en la prevención, como cerrar fronteras y confinar ciudades. Aunado a la nula información a la ciudadanía sobre la gravedad del problema y cómo enfrentarlo.
Hoy, después de la ocurrencia del gobierno de tener el monopolio de la vacuna y la fallida estrategia de importarla y aplicarla, deja toda la responsabilidad a los gobernadores y a la iniciativa privada sabiendo que el problema está más allá de la producción de la vacuna, lo más importante para lograr que sea aplicada es tener un plan para hacerla llegar a todos y cómo aplicarla en forma y tiempo.
Con esto todos quieren aprovecharse para adoptarla a sus intereses electorales. Se está poniendo en peligro a la ciudadanía por falta de un proyecto que garantice que esa vacuna universal llegue a cada mexicano.
Esperamos que la ciudadanía despierte ante la ambición del poder de todos los gobernantes porque no merece que sigamos bajo el acto criminal que están aplicando por sus intereses electorales y personales.