Ya inician las campañas electorales. Esperamos que sean procesos intensos, organizados, con un nuevo manejo de imagen de los candidatos, con una estructura de discurso que llegue a la gente. Se ha visto de todo en las campañas, personas ambiciosas del poder oportunista y pocos ciudadanos buscando un reto en esta experiencia electoral, sostén de los sistemas políticos democráticos.
Toda campaña debe tener su propia estructura, diseño organizacional y arquitectura política que rinda esfuerzo proselitista, persuasión, utilizando recursos humanos, materiales y económicos. El éxito de una campaña se mide desde su coordinador general y un comité cerrado llamado cuarto de guerra. No basta eso si no también la estructura, aunado a una estrategia innovadora, por eso los ciudadanos esperan un cambio marcado en esta nueva campaña, que sea cercana a la gente, que tenga un discurso exitoso que enganche.
En ese sentido, las campañas que arrancaron ayer no auguran un éxito porque todo lo que ocurre está dentro de un círculo cerrado que les ha preocupado a los candidatos punteros, Julio Menchaca y Carolina Viggiano.
El candidato Francisco Xavier Berganza no aparece más que en una campaña mediocre y de último momento José Luis Lima Morales, un ciudadano que siempre ha tenido el interés de participar en la política, no ha hallado el modo ni la forma ni menos una arquitectura política para su campaña.
En ese sentido, la ciudadanía espera una campaña lejana de los hidalguenses, hueca de contenido, lo que augura que el abstencionismo ganará estas elecciones, salvo que en dos meses veamos algún cambio en la imagen, en el discurso, en la arquitectura política de los candidatos.
Sarkis Mikel Jeitani
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