La influencia de la ambición en la carrera política se refleja en la actitud del mismo político; desde este punto de vista se enfoca en el perfil individual y la circunstancia que le lleva a desenmascararse ante la sociedad.
La ambición influyen en el cómo se ejerce la política, con poco valor, sin ética por la lucha de una causa o defender intereses generales, solo se enfocan a cuidar sus intereses personales, dedicados a cumplir objetivos lejanos a sus compromisos de campaña electoral con un eslogan vacío para atraer votos, fuera de la ética política.
De esta manera, los políticos amplían la brecha del hartazgo, desconfianza, credibilidad entre la ciudadanía y su imagen.
La ambición política también conlleva resultados obscuros que sirven para sus intereses personales, alejado de una carrera honesta, con causa, con ideología de lucha para servir a su gente, además pierden la realidad entre el pasado y el futuro, dejando abierto diversos cuestionamientos sobre su profesionalismos y calidad moral.
En Hidalgo hoy en día, todos los aspirantes simulan la lealtad a la sombra de la ambición al cambiar el color de su partido sin tomar en cuenta la opinión de la sociedad, solo lo utilizan como escalafón, tal es el caso del ex diputado local morenista Francisco Xavier Berganza que ha sonado mucho en la última semana, restando la poca aceptación que alcanzó en los últimos tres años, dejando todo a un lado para servir a sus intereses personales y ha perdido casi la totalidad de su capital político por este tipo de decisiones, no se le augura un buen resultado a esta estrategia de ambición personal.
Sarkis Mikel Jeitani