Los políticos en cada año que concluye celebran la valentía de sobrevivir y sostener su presencia en lugar de pensar que deben
autoevaluar sus acciones y logros realizados a lo largo de los 12 meses con la finalidad de solventar sus deficiencias y fortalecer sus cualidades, virtudes y puntos críticos que merecen atención para alcanzar un crecimiento político.
Lo cierto, es que los políticos se enfilan al mismo camino en el que sueñan con la ambición del poder y la esperanza de perpetuarse.
La verdadera tristeza es que no suelen tomarse en serio todos estos deseos porque en el fondo su ambición supera la realidad; por ello no dedican mucho esfuerzo y naufragan al no abandonar viejos hábitos.
Esta retrospección nos lleva a rememorar sus malas acciones y el impacto que han tenido por la forma de cómo ejecutan su deficiente estrategia que sólo sirve a sus intereses personales.
Es época de agradecerle a sus seguidores el poder alcanzar sus metas personales; por ello, en este inicio de 2020 esperamos que experimenten la honestidad y trabajen en beneficio de la sociedad para que puedan realizar sus sueños.