¿Y si tú hubieras sido Maradona? ¿Qué hubieras hecho? Tan fácil se nos hizo criticar a Diego durante los últimos años que pocas veces nos sentamos a pensar sobre el significado real de todo su entorno
Hoy, mientras todavía lloramos su muerte, me queda muy claro que durante 60 años representó todos los matices que la vida puede mostrarnos y, muy a su estilo, los enfrentó, les ganó muchas y este miércoles finalmente perdió su última batalla.
¿O tú nunca te has equivocado? Pareciera que la doble moral nos ha cegado tanto que no terminamos de visualizar lo que Maradona nos enseñaba. Como si disfrutáramos utilizar lentes empañados y sonriéramos con la suficiencia del que ve chingón.
Y por eso no dejo de recordar aquel niño pobre que cargó a su familia a cuestas, los salvó económicamente y luego voló a otro continente para revolucionar un equipo modesto y doblegar a los gigantes. En su camino se topó con la droga, las mafias y los tentáculos de un poder que lo absorbió hasta asfixiar su legado.
Pero se cayó y levantó. Luego asumió sus errores y se volvió a equivocar. Tuvo todo, lo traicionaron y se quedó sin nada. Fue el más popular, pero en los peores momentos entendió que estaba solo. Representó a los mismos millones que luego lo enjuiciarían con la hipocresía de Pilatos. Fue Diego algunas veces, pero la mayoría se sentía Maradona.
¿Realmente tenemos los huevos para despreciarlo como ser humano? Yo me miraría antes al espejo y lo pensaría dos veces. Yo, por él, aprendí que la fama y la fortuna siempre son efímeras. Que debo cuidar a los míos y nunca confiarme. Abrazar a mis amigos y nunca desatenderlos. Me equivocaré, pero debo asumir las culpas y decirlo en voz alta. Aprender a valorar lo que tenemos para cuando llegue ese momento donde la vida nos da un madrazo estar fuertes y preparados.
La vida es Maradona. Puede ser imperfecta, traicionera, solitaria o impredecible. Pero también solidaria, afectiva o revolucionaria. Desafiar a los poderosos y alzar la voz debe ser nuestro mantra para que luego peleen por nosotros. Hoy por ti, mañana por mí. Hoy me toca estar arriba y te ayudo. Tarde o temprano volveré a bajar y la rueda girará de nuevo.
¿Y si tú hubieras sido Maradona? Te lo pregunto de nuevo porque creo que somos más parecidos de lo que pensamos. Quizá nos falte sincerarnos, vernos al espejo y asumir nuestras imperfecciones, para luego lograr nuestra mejor versión.
Sí, ya se; me dirás que deliro porque (según tú) Maradona solo fue un futbolista que se drogó y echó a perder su vida. ¿Tan seguro estás? Limpia tus lentes, siguen empañados.
Descansa en paz, Diego.