¿Estará así de güey o será una estrategia de campaña muy sagaz? Dudas que cada semana repito en mi cabeza cuando veo que Samuel García otra vez se hizo viral, debido a un video vergonzoso.
¿No te pasa a ti también? Algo no cuadra porque este joven ha sido senador antes de los 35 y tiene múltiples doctorados que no cualquiera suele alcanzar en tan poco tiempo. ¿O los compró o es un superdotado? ¿Cuál será el verdadero Samuel? Otra de las dudas que hoy quiero analizar con ustedes y que comenzaré con un viejo conocido que usó una estrategia similar: “El Bronco”.
Porque el todavía gobernador de Nuevo León también repitió hasta el hartazgo la estrategia del antihéroe y construyó un personaje que inicialmente le funcionó. Luego no habría mes durante el inicio de su mandato que no cometiera errores estratégicos o de comunicación básica hacia su electorado. Pero tanto fue el marketing anti “Bronco” generado por sus propias oficinas que el personaje se comió primero a la persona y luego siguió canibalizando a todo asesor, funcionario y estructura que tuvo a su alcance.
Y esto lo escribo porque yo lo vi y estuve ahí. Escribí tantas editoriales confrontando al gobernador que llegó el momento en que me aburrí. Ya era absurdo lo suyo y no había muchas excusas para sus decisiones erráticas. ¿Por qué no le pusieron un alto? ¿Qué pasó con sus gurúes publicitarios que ahora dan conferencias por el mundo vendiendo el fenómeno “bronco” como un caso de éxito en las redes?
La respuesta es simple: Rodríguez Calderón demostró que nunca quiso gobernar para la gente y que su ego dominó cada decisión. No estaba ni técnicamente ni moralmente preparado para el puesto que denostó, y por eso se mofó durante años alimentando un gran personaje de fábula, pero inoperante para el bienestar nuevoleonés.
¿Un último ejemplo? Cerrar los negocios todo en diciembre sin argumentos congruentes y utilizar la pandemia con objetivos recaudatorios (moches- permisos) para su gobierno. Vienen elecciones y sus cuadros deberán tener algo para negociar las diputaciones de Manuel González y De la O.
Y perdón que me desvíe, pero veo a Samuel igual de egoísta. No tiene ni la preparación para ser gobernador ni la capacidad de negociación que supone el Palacio de Cantera. ¿Cuáles son sus fortalezas? Inicialmente su juventud y mensaje antagonista hacia el poder sedujo a muchos, pero el maniqueísmo lo mató políticamente. Luego comenzó una estrategia constante de inundar las redes con temas controversiales, pero no supo cuándo frenar. Quienes lo han asesorado se comieron el cuentito de que “toda publicidad es buena”, pero alguien le arrancó la página donde se explica la importancia del sentido común.
Hoy, Samuel es un zombi político porque al igual que “El Bronco” se rodea de asesores que le rinden pleitesía sin freno alguno. Cayó de un favoritismo inicial a un cuarto puesto con una estructura resquebrajada que no demuestra unidad porque falta liderazgo estatal. Ya no existe el respaldo de Colosio y su única fortaleza radicará en la simbiosis que construya con otro partido político.
Conclusión: No es nada tonto, pero su ego está cabrón. Y aunque le digan que hacerse viral es una virtud actual, debiera cambiar a su círculo más cercano si lo que realmente quiere es ganar. Toda puesta en escena tiene un límite y creo que Samuel lo pisoteó hace rato.