¿Podrá Mauricio Fernández imponer su voluntad? ¿Tendrá Miguel Treviño el temple para sostenerse? Preguntas que pudieran parecerte básicas, pero que nos describen la radiografía exacta de la batalla electoral que ya comenzó a desangrar San Pedro.
Sí, sangre porque hay muertos y así se ha definido siempre la cuadrícula de mayor poder adquisitivo del país. Un municipio donde el concepto de blindaje es tan oscuro como las cifras que maquillan una percepción de seguridad fantasiosa.
¿Cuál es la verdadera cara de San Pedro? Para entenderla no debiéramos hacerle caso a ninguno de los dos máximos contendientes a la alcaldía pero sí, prestar atención a los detalles que se deslizan entre sus declaraciones.
Primero, con Miguel y un enfrentamiento retórico que esconde los inicios de su titubeante administración cuando el PAN lo sentó en el poder en aquellos años que todos dábamos como ganadora a Rebeca. ¿Dije PAN? Obviamente, porque la traición interna y el contubernio con las familias más poderosas del municipio le dio el espaldarazo a ese independiente en el que pocos creían. Meses después, las novatadas de Miguel en decisiones de su organigrama de seguridad y declaraciones desafortunadas casi lo sepultan como edil, pero aguantó el embate. Ya con su enfoque más claro, la prioridad sobre el sampetrino cotidiano le devolvió el visto bueno de su gente y las aguas se calmaron.
Hoy, Miguel Treviño está sólido porque su administración dejó más certezas que incertidumbres para el ciudadano normal. ¿Hay fallas? Todavía muchas. ¿Inseguridad? Nunca ha bajado ¿entonces, porque la gente lo apoya? San Pedro explotó urbanísticamente y el aglomeramiento agobia a los vecinos de toda la vida. Tanta fue la prioridad a ciertos desarrollos inmobiliarios que las familias se sintieron desplazadas de un estilo de vida donde primaba la tranquilidad y aislamiento de otros sectores sociales.
Por eso, ahora que escucho la postura de Mauricio Fernández visualizo que el choque entre ellos estará más fuerte de lo pensado. Una conclusión que inicialmente debiera dar al panista como claro ganador, pero que me deja muchas dudas por las razones que mencioné en el párrafo anterior.
¿Qué puede ofrecer Mauricio? Seguridad y esa será siempre su bandera, porque en lo demás ya se siente en desventaja frente al joven independiente, sabiendo que el déjà vu del blindaje y su grupo rudo no son sinónimos de victoria. Además, también queda claro que con él en escena otra vez; vemos cómo los muertos y los secuestros vuelven a brillar mediáticamente y discúlpenme; pero no creo en las casualidades durante las campañas.
¿Qué debiera hacer Fernández? Soltar su ya desgastada bandera de antigángster y focalizarse en otras temáticas porque aunque él no quiera aceptarlo, su municipio ha cambiado muchísimo y también las necesidades de votantes que quieren vivir mejor, tener espacios más verdes y sentirse diferentes del resto del área metropolitana.
Y ojo, porque ni siquiera me he metido en temas de grilla interna y las corrientes panistas que en San Pedro estarían hasta la madre de las ínfulas de un prócer que se niega a soltar el poder. ¿Serán capaces de traicionar a Mauricio como lo hicieron con Rebeca? Pregunta del millón para desenmarañar un enfrentamiento que hoy ubica a los dos contrincantes muy cercanos en las encuestas.
¿Es raro decirlo no? Pero creo que en San Pedro la inseguridad dejó de ser la preocupación principal, porque la vida cotidiana se ha mandado a la chingada en otras cuestiones que son menos televisivas, pero más vitales para el día a día. Piénsenlo y díganme si estoy tan equivocado. El candidato que identifique mejor estos problemas ganará las elecciones.
