En un pueblo del viejo oeste contrataron a siete pistoleros para encargarse de terminar con una banda de delincuentes. El grupo fue conocido como Los siete magníficos. Esta es una película filmada en 1960 y dirigida por John Sturges, basada a su vez en “Los Siete Samuráis” de Akira Kurosawa.
Sesenta y un años después, Ciudad de México encontró a sus siete magníficos en policías de la Secretaría de la Seguridad Ciudadana nominados al Policía del Año, reconocimiento que será entregado este domingo por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo.
Este grupo conformado por seis hombres y una mujer tiene un común denominador: convicción y amor a la profesión. Así lo hicieron saber durante el proceso de designación en el que participé como integrante de la Comisión de Honor y Justicia.
Un proceso inédito porque no solo se tomó en cuenta el hecho relevante que los colocó como finalistas, sino toda su actuación y desarrollo en la corporación. Conocimos las historias de su propia voz.
“Si me volvieran a preguntar si quisiera volver a ser policía, diría que sí. Yo entré a la Policía por decisión, para salir adelante, para no estancarme y brindarle algo mejor a mi familia”, contó Eber Usiel Cadena Hernández, uno de los finalistas, quien auxilió a las y los pasajeros de un camión de transporte público que eran asaltados y con los responsables intercambió disparos.
El mismo sentimiento lo tuvo Alejandra Sánchez Franco, la única mujer finalista. Ella, junto a su compañero, se enfrentó a delincuentes a bordo de un auto robado. Le dispararon y respondió. “Me dio miedo. Lo primero que me pasó por la mente fueron mis hijos”, expresó.
Uno más de estos siete magníficos participó en la detención de uno de los integrantes de un organismo notorio de la capital. No es la primera vez que realiza un acto similar; en 2008 contribuyó a la detención de un miembro de otro grupo del occidente del país. “Estoy muy orgulloso de mi trabajo. Sí, tuve miedo, mi vida estuvo en riesgo”, reconoció Juan Vite Téllez.
La atención inmediata a la ciudadanía es un valor que resaltó en cada uno de los casos. Por ejemplo, el de dos policías que detuvieron a delincuentes que asaltaron a un taquero. “Yo creo que todos nos merecemos el premio; yo no me veo como ganador, me veo como policía que ayuda a la ciudadanía”, dijo Carlos Campos Juárez. “Seguimos vivos y ese es el mejor premio”, mencionó su compañero Guillermo Muñoz Sarabia.
El compañerismo también sobresale en los finalistas, tal es el caso de un binomio que participó en la detención de dos hombres que habían robado a un automovilista. Al bajar de la patrulla, al policía Erik Vargas Cedillo le dio una crisis nerviosa y cayó. “Cuando vi a mi compañero tirado lo primero que hice fue ayudarlo, creí que le estaba dando una embolia”, comentó Andrés Alzua Lera.
Ciudad de México tiene en sus siete magníficos una representación de los más de 80 mil policías que cuidan a las y los habitantes, porque la ciudadanía es la familia del y la policía, y no hay policía sin ciudadanía.
Salvador Guerrero Chiprés*
* Presidente del Consejo Ciudadano para la seguridad y justicia de ciudad de méxico
