Política

Minería submarina: México necesita una postura congruente

Aunque suene aterrador, actualmente hay un debate entre los gobiernos del mundo sobre si deben permitir a la industria o no ir a miles de metros bajo la superficie del mar para arrasar con el fondo marino y extraer metales. Durante este debate, algunas compañías, como la minera canadiense The Metals Company, están empujando con fuerza para llenar sus bolsillos. Esta devastación del océano, aunque suene fuera de la realidad, está más cerca de ocurrir de lo que creemos y México tiene un papel importante para evitarlo.

Este tipo de minería, llamada minería en aguas profundas o minería submarina, podría iniciar en la Zona Clarion-Clipperton (ZCC), ubicada entre México y Hawái. La ZCC está en aguas internacionales, es decir, fuera de las jurisdicciones nacionales de los gobiernos. Es un patrimonio común que le pertenece a la humanidad en su conjunto, con una riqueza de recursos naturales y biológicos que debemos conservar y preservar para las generaciones presentes y futuras.

Si la minería submarina inicia en esa zona, tan cercana a México, se pondría en riesgo la biodiversidad en nuestro país, principalmente en el Archipiélago de Revillagigedo, considerado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO por su gran riqueza biológica .

México está tan cerca de la ZCC que en agosto de 2022 la compañía minera canadiense The Metals Company llevó a Manzanillo, Colima, el buque minero Hidden Gem, usado para la explotación minera. Este monstruoso buque zarpó a la ZCC, probó su maquinaria y, en noviembre de 2022, volvió a la Bahía de Manzanillo. Desde entonces, este buque permanece fondeado en espera de volver a zarpar a la ZCC.

¿Qué se puede hacer para evitar que este buque zarpe nuevamente y ponga en peligro a miles de especies marinas? Por ser aguas internacionales se necesita de un organismo internacional que regule las actividades mineras y garantice la protección de los fondos marinos en esa zona, dicho organismo es la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (AIFM). En julio de este año, la AIFM tuvo una reunión –en la que participó México– para negociar el inicio de la minería en aguas profundas. La reunión concluyó sin que se diera luz verde a la industria minera para empezar la explotación.

Esta resolución es importante pero no es suficiente. Se necesita que la mayoría de los países que participan en el AIFM se pronuncien en contra de iniciar la minería en aguas profundas.

¿Cuál es el papel de México en esto?

Considerando que México ha tenido una postura a favor de la protección del océano en otros foros internacionales, por ejemplo apoyando el Tratado Global de los Océanos en marzo pasado, sería congruente pensar que también buscaría proteger el océano en esta negociación, especialmente porque esta forma de minería tendría impactos negativos en nuestro territorio. Sin embargo, la postura que México tomó fue una que favorecía a la industria, que ignoró los posibles impactos ambientales y la necesidad de más datos científicos para determinar los riesgos que esta actividad implica.

Ya son 21 gobiernos quienes han manifestado su oposición a la minería submarina y buscan la protección del océano a través de una moratoria, pausa precautoria o prohibición a esta industria. Esos 21 gobiernos intentan frenar el inicio de la minería submarina porque reconocen la importancia del océano y de los ecosistemas en el fondo marino, saben que permitir el inicio de esta industria en zonas aún inexploradas significa poner en riesgo a especies que aún desconocemos y afectar procesos biológicos valiosos de los que poco o nada sabemos. Hacer una pausa permitiría llevar a cabo estudios científicos para obtener más información para proteger de manera adecuada los fondos marinos y la vida en ellos.

México sigue sin unirse a esas voces, nos preguntamos por qué. Que el gobierno de México mantenga una postura que ignora la protección del océano y favorece a la industria es incongruente con la política nacional porque en el artículo 20 de la Ley Minera se prohíbe la minería submarina en aguas mexicanas.

Con su actual postura, México también pone en riesgo su credibilidad, ya que en otros foros internacionales nuestro país se muestra a favor de la protección del océano. Lo que hasta ahora ha mostrado en las negociaciones sobre minería en aguas internacionales es totalmente contrario. El gobierno de México muestra al mundo una postura inconsistente y envía señales contrarias a la protección del océano. Mientras, la presión de la industria, liderada por The Metals Company, aumenta.

Es urgente impedir el inicio de la minería submarina en aguas internacionales. La oposición es global, miles de personas en México han expresado su rechazo a esta industria. Las organizaciones, las comunidades indígenas del Pacífico, la comunidad científica y la sociedad civil queremos ver un océano saludable y vivo. Por esto hacemos un llamado al gobierno de México para que tome el liderazgo en la protección del océano a nivel internacional y se pronuncie a favor de una moratoria que frene el inicio de la minería submarina en aguas internacionales.


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Ruth Ramos Robles
  • Ruth Ramos Robles
  • Campañista de Alto a la Minería en Aguas Profundas en Greenpeace México
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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