Suena el teléfono rojo en la Comisión de Arbitraje. ¡Otraaaa veeez! Y ahora es para pedir cambio de árbitro, elegir al que el club quiere que le pite y quitar al que estaba asignado. Por increíble que parezca, aunque para algunos no es novedad, ahora los clubes eligen a sus silbantes, y con la ignorancia y falta de personalidad de los que dirigen la Comisión, en este caso Juan Manuel Herrero, quien prefiere violar sus propios estatutos que quedarle mal a un club o a uno de sus amigos
Viola y se pasa por el arco del triunfo las reglas de los silbantes de asignar a un mismo árbitro en partidos seguidos de un mismo equipo, en este caso, César Ramos, quien pitó Pachuca vs Tigres y la siguiente semana Tigres vs Pumas, esto a petición expresa y sin dejar margen de negociación, ya que los Pumas exigieron a la Comisión que fuera César Ramos quien les pitara frente a Tigres y quitar su partido al silbante Quintero, ya que se quejaron de que habían expulsado a Efraín Juárez y a uno de sus auxiliares.
Un antecedente más que peligroso y que exhibe cómo se maneja el arbitraje mexicano en manos de Herrero, a conveniencia absoluta de algunos clubes, incluso, alterando el mismo sistema que prohíbe por algoritmo que un silbante arbitre a un equipo en no menos de tres semanas.
Una acción impune de la Comisión de Arbitraje, que hoy está más preocupada de generar amistad con los clubes y generar silbantes con el grado mayor de prepotencia que por elevar el nivel del arbitraje mexicano
Un antecedente que deja muy mal parada a la Comisión y que viene precedida de la misma amistad de la Liga con sus clubes, cuando permitieron a Chivas pasarse por encima el reglamento de competencia para jugar en el estadio Jalisco cuando estaba vetado su estadio, otro renglón para destacar el peor momento del futbol mexicano en su historia, con directivos más preocupados por quedar bien con los dueños y así mantener su puesto a base de amiguismos y dedazos, que con el buen trabajo, autocrítica y resultados positivos en Liga, FMF y sus diferentes ramales.
Jimmy suena, Larcamón en pausa
Jaime Lozano es el candidato o uno de los candidatos fuertes de Javier Mier, el director deportivo de Chivas, que sí por el fuera lo pone mañana mismo, esto obedece a conocer a la perfección su trabajo, sus formas, modos, además de conocer a la perfección a su cuerpo técnico, esto desde que ambos estaban en Querétaro, luego en Selección Mexicana.
Una carrera muy paralela la de Jimmy y Mier y un dato no menos importante es que Jaime Lozano rompió relaciones con la gente que lo representaba (Enrique Nieto), de los representantes más serios y formales del medio y ahora trabaja con uno de estos dos grupos: PitsGroup o Promofut, dos grupos de presentación que desde hace años están en el medio mexicano con jugadores y entrenadores, y en Chivas con uno u otro directivo mantienen buenas relaciones, lo que haría menos rugoso el camino a llegar al timón del conjunto tapatío.
Aunque uno de los candidatos fuertes al puesto y que hace semanas se hablaba de pagar la cláusula de Nicolás Larcamón, quien está dispuesto a mudarse a Guadalajara después de su Liguilla con Necaxa; un tema que a Chivas lo detiene, ya que estamos hablando de al menos tres semanas más para comenzar a platicar y diseñar el proyecto y lo que menos tienen es tiempo
