El huracán Otis se convirtió en una pesadilla para la ciudad costera de Acapulco. Lo que inicialmente parecía ser solo una tormenta tropical, pronto se intensificó y se transformó en un huracán de categoría 5. Este desastre natural dejó un rastro de destrucción en su paso por la región, afectando a miles de residentes y turistas, y recordándonos una vez más la vulnerabilidad de las zonas costeras frente a la furia de la madre naturaleza.
El impacto del huracán Otis se reflejó en la infraestructura de la ciudad. Carreteras y puentes resultaron dañados o destruidos, lo que dificultó las operaciones de ayuda. Además, la red de suministro eléctrico se vio gravemente afectada, lo que dejó a miles de personas sin electricidad y comunicación durante días.
La tristeza y la desolación se apoderaron de los habitantes de Acapulco a medida que contemplaban el devastador impacto del huracán Otis en sus hogares. Las escenas de destrucción eran desgarradoras, y las emociones oscilaban entre la incredulidad y la angustia a medida que la magnitud de la tragedia se hacía evidente.
Muchos residentes, que habían construido sus vidas en esta ciudad costera, se encontraron repentinamente sin un techo sobre sus cabezas. Las casas que alguna vez fueron lugares de refugio y comodidad ahora yacían destrozadas, con techos arrancados, paredes derrumbadas y pertenencias personales dispersas por todas partes.
Esto sin duda evidenció a un gobierno inoperante, sello de todo un sexenio en el que se prefiere invertir en obras faraónicas en vez de utilizar el dinero en lo más urgente. Buscan mil maniobras para tratar de neutralizar sus errores, su lentitud para reaccionar y su poco interés en resolver el problema de fondo. Lo único que interesa es lo electoral, y evitarán a toda costa perder un estado que actualmente está gobernado por Morena. Sin embargo, la gente está triste y muy molesta por qué nadie les advirtió de la magnitud de este fenómeno natural.
Algunos perdieron a familiares y amigos. Otros más, su patrimonio, pero lo único que le interesa al partido en el poder, es no perder votos rumbo a la elección del 2024.